Aprende todo sobre los siluros un pueblo de Reino Unido

Actualizado el 20 septiembre, 2023

Los Siluros era un clan intenso y guerrero que ocupaba la isla de Britannia, poseyendo aproximadamente los dominios de Monmouthshire, Breconshire y Glamorganshire.

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Origen

Según la historia de Tácito del General Cneo Julio Agrícola, los siluros fueron descrito por su composición sólida y su pelo ondulado. En su obra, Tácito insinúa que, por su apariencia, los bagres han llegado a Gran Bretaña desde Hispania. Investigaciones hereditarias realizadas por los colegios de Londres, Oxford y California han propuesto que la mayoría de los grupos de galeses y celtas comparten una gran parte de sus cromosomas y ADN con los grupos de vascos asentados en el norte de España durante el Paleolítico.

Sea como fuere, todavía no es seguro si esta conexión es particular entre celtas y vascos o si éstos son esencialmente los parientes más cercanos de los principales inquilinos de Europa.

Tácito

Cornelius Tacitus (en latín, Cornelius Tacitus; c. 55-c. 120) fue un especialista en historia, congresista, delegado y líder legislativo del Imperio Romano. Compuso algunas obras auténticas, fieles a la vida y etnográficas, incluyendo los Anales y las Historias.

Biografía

Poco se piensa en el relato de Cornelio Tácito; las fechas y los lugares de su introducción al mundo y de su desaparición o de su nombre de pila o de sus praenomen no se conocen en ningún caso, a pesar de que los de Gayo y Publio le han sido atribuidos sin la debida confirmación. La mayor parte de las referencias a su vida que tenemos están tomadas de su correspondencia con Plinio el Joven o de sus propias obras particulares.

Pedido e inicio

Su fecha de nacimiento se adivina a partir de los datos dados por Plinio en Cartas, 7.20 cuando presenta la comunión poco común que los une y el paralelismo de sus ejercicios, aconsejando así de cómo era un joven cuando Tácito hasta ahora apreciado aclamación. Se ha llegado a la conclusión de que son contemporáneas, a pesar del hecho de que es más probable que Tácito esté en cierto grado más establecido que no lo esté.

Es más, como la fecha de la introducción de Plinio al mundo es conocida en el año 61 o 62, la fecha de la introducción de Tácito al mundo puede ser evaluada para ser alrededor del año 55. Con respecto a la fecha de su muerte, se espera que si, al igual que su motivación en su madurez, llegó a historizar el Imperio de Trajano, tuvo que morder el polvo a partir de ahora en la oportunidad de Adriano, por lo que sería alrededor del año 120.

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Algunas veces se ha afirmado que fue concebido en Interamnum, en Umbría (hoy Terni). La premisa de esta teoría es que Marco Claudio Tácito, el gobernante fugaz que gobernó durante un par de meses en las cercanías de 275 y 276, fue concebido allí y afirmó ser pariente del especialista en historia.

Diversas especulaciones, a la luz de la aparición de una parte de sus compañeros más queridos, le hacen un local del norte del territorio de Italia o incluso de la Galia de Narbona; no mucho, en definitiva. Sin embargo, una historia contada por Plinio recomienda que sus causas no eran italianas, sino más bien comunes.

Se confía en que su familia era de raíz ecuestre, ya que se identifica con un Cornelio Tácito de esa clase social que Plinio el Viejo especifica como procurador en la Bélgica gala. A la luz de su edad, este no podría ser el anticuario, sin embargo, su padre o su tío podrían serlo.

Profesión política

Alrededor del año 77 comenzó su profesión política, que debía ser extremadamente consistente. Él mismo cuenta que empezó con Vespasiano y que fue apoyado progresivamente por Tito y Domiciano.

En el 78 se casó con la hijita de Cneo Julio Agrícola, jefe legislativo de Britannia, a quien le entregaría una monografía después de su muerte. Como emperador Domiciano, en 1988, fue pretor y quindecenviro a cargo de la religión y alrededor de la misma época se interesó en el festival de los Juegos Seculares.

En 1993, Agricola pateó el balón cuando Tácito y su pareja desaparecieron de la ciudad y como Tácito afirma que la inasistencia continuó durante cuatro años, algunos suponen que tenía una posición reguladora en las regiones, sobre la cual se han hecho algunas conjeturas erróneas.

Fue emisario suffectus en 1997 bajo Nerva para suplantar al delegado Lucius Verginius Rufus, que pateó el balde en medio de su mandato y cuya aclamación de servicio conmemorativo fue articulada; más tarde, bajo la dirección de Trajano, fue procónsul, es decir, jefe legislativo del territorio de Asia, como lo indica un grabado encontrado en Mylasa.

Obra

No se ha protegido ninguna conversación de Tácito, por lo que es difícil conocer sus características en el campo de la conversación. Hay algunas referencias tortuosas. En cuanto al discurso del servicio de inhumación para rendir homenaje a Verginius Rufus antes citado, Plinio el Joven garantizó que la manera en que Tácito había hecho su aclamación extremadamente suave llenaba la fortuna del caducado.

Por otra parte, en la oportunidad de Trajano fue acusado de desmayo con Mario Prisco, que había sido procónsul de África, junto con Plinio el Joven. En una sesión del Senado dirigida por Trajano, en la ejecución de su tercer departamento, él transmitió un discurso liso así como grave.

Obras de Tácito.

Los Historiæ (Historias) relatan la historia del período desde el punto de partida más temprano del segundo departamento de Galba hasta la muerte de Domiciano. El término historiæ alude a una obra historiográfica que describe ocasiones de un lote bastante significativo que se cierra en las circunstancias en las que vive el propio creador.

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Desde las reglas equitativas y prósperas de Nerva y Trajano, tiempos en los que se permiten pensar lo que necesitan y decir lo que piensan, se insta a Tácito a auditar un tiempo funesto cargado de vergüenza. Nos damos cuenta de que Tácito estaba tratando con ellos en medio de la década principal del siglo II.

Probablemente se componían de catorce libros. Las cuatro iniciales y cerca de una porción de la quinta han sido salvadas. Comenzaron en el segundo oficio de Galba (1 de enero de 1969), en medio del cual el reino pasó por las manos de tres soberanos, Galba, Otto y Vitelius, hasta que el triunfo militar de Vespasiano equilibró la circunstancia con la introducción de la tradición Flavia. Lo que se ha protegido con los cierres de las batallas de Tito contra Jerusalén.

Estos primeros libros parecen contener la premisa del pensamiento de toda la obra. Se concentra en el esfuerzo de restaurar la oportunidad después del fallecimiento de Nerón, pero no se deja desviar por el pensamiento positivo al juzgar el estado de ánimo de los ejércitos.

Es increíble que tomen partido en la transformación de sus oficiales en cabezas por un perfecto y sacrificado amor a la oportunidad, pero con más energía material y bastarda. Muestra el impacto político de la corte de Nerón en las ocasiones que siguieron a su fallecimiento y los esfuerzos de personajes específicos para no perder circunstancias ventajosas. El deterioro visual y el salvajismo de la batalla común de este año es notable, al punto que la santidad del Capitolio fue abusada y diezmada por los súbditos.

El lugar de Vespasiano dispone en ese juego el año cambiante de los cuatro soberanos. Implícitamente, descubre cómo, detrás de la descarada publicidad intencionada que abogaba por su huelga por el control bajo el título de afecto por el país, hay en verdad un gigantesco deseo de control. El escritor es muy consciente de que el punto focal de gravedad del poder romano acaba de salir de la ciudad y que podría convertirse en un gobernante en cualquier otro lugar que no sea Roma.

Esto a la luz del hecho de que los ejércitos probablemente servirán a su jefe, ante la posibilidad de que les permitieran hacer un beneficio, en vez de ir en contra de la asignación de proteger al estado con sacrificio. Por otra parte, en las zonas hay un sentimiento de intensidad y un anhelo de oportunidad. Implícitamente, intenta descubrir a las principales figuras de las cuestiones gubernamentales y sus procesos de pensamiento teniendo en cuenta el objetivo final de localizar las verdaderas razones de las ocasiones.

Los Anales – Registros de Tácito.

Los Anales se titulan completamente Ab Excessu divi Augusti Historiarum Libri (Historias del paso del Augusto celestial). San Jerónimo compone de Tácito que alude a la vida de los Césares en treinta libros desde Augusto hasta Domiciano.

A continuación, las dos obras principales, Annales e Historiæ, enmarcaron toda una agrupación. Mientras que los Historiæ se encargaron de todo, desde Galba hasta Domiciano, los 16 libros de los Annales contienen la historia antes de la muerte de Augusto hasta la de Nerón. (Ver Articulo: Alemanes).

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Sea como fuere, no debe pasarse por alto que éstas son dos obras distintas en su arreglo y avance. En Annales, 16 libros cubren 54 años, mientras que los 14 largos tramos de la obra de Historiæ acababan de servir para historiar 27 años.

Está claro, por lo tanto, que el relato es significativamente más definido en los Historiæs, tal vez debido a la cercanía de las ocasiones que manejan. Es enorme que los cuatro libros iniciales estén dedicados a un año solitario, 1968, a pesar de que la realidad del asunto es que el grosor de las ocasiones que se vivieron en él requirió la utilización de una escala significativamente mayor que la que se requeriría en circunstancias diferentes.

Obras menores – Discurso de los ponentes

El Diálogo de oratoribus (Dialogus de oratoribus), independientemente de la proclamación en contra de unos pocos investigadores, es en general reconocido como creado por Tácito. Es ciceroniano en su origen y estilo, que se ajusta aquí a la clase y es totalmente diferente del utilizado por el creador en las obras cronometradas. El tema es la disminución de la retórica, que acababa de ser planteada por Quintiliano en un artículo perdido titulado De causis corruptæ eloquentiæ (Sobre las razones de la corrupción en el habla).

Hacia el inicio de la obra, en la casa del artista Curiacio Materno, dos personajes diferentes se encuentran con él: el conferenciante Marco Apro y Vipstano Mesala, especialista en charla. La actividad es obviamente en el año 75. Esta fecha es el término post quem para la datación de la obra.

Hay individuos que tienen tendencia a considerar desde aquí que el Diálogo… es un trabajo de jóvenes un par de años después del hecho. Sea como fuere, debido a sus asociaciones expresivas y sustanciales con las Institutiones oratoriæ de Quintiliano y con el elogio de Trajano, no hay ninguna deficiencia de los individuos que eligen una fecha posterior a principios de los largos períodos del siglo II.

Materno examina con Apro la supremacía del verso sobre la retórica. En ese momento el diálogo se centra únicamente en la retórica.

Apro protege el avance y garantiza que los oradores de su oportunidad no necesitan hacer concesiones al viejo estilo de la retórica republicana, ya que las circunstancias son diferentes. Messala, entonces, de nuevo, pone énfasis en la estimación perseverante de Cicerón y sus pares. Como él indica, la retórica está en decadencia debido a la rendición de la investigación de los viejos oradores en la formación de los jóvenes.

El discurso se cierra con una mediación de Materno, el artista, que resuelve la cuestión con un fundamento jurídico: es la distinción en la administración política la que decide la disminución de la retórica. En la República, una época más turbulenta, se esperaba que la expresividad reuniera la profesión política y el apoyo a los ejercicios abiertos.

Dado que Roma vive en una larga paz y fiabilidad a causa de la legislatura de los soberanos, no hay necesidad de buenos oradores. No se puede decir que esta fuera simplemente la perspectiva de Tácito, sin embargo, en el caso de que fuera así, se comunicaría con una medida decente de incongruencia y razonabilidad mientras tanto para no irritar al gobernante. Lo que se dice entre líneas es que sin una administración política libre la palabra pierde su capacidad.

Vida de Julio Agrícola

De vita Iulii Agricolæ (Sobre la vida de Julio Agricolæ), también llamado Agrícola, es su primer trabajo con sustancia auténtica. Tácito relata en ella la historia y la monografía crónica. La parte histórica en sentido estricto posee las secciones principales por así decirlo. El 66% del trabajo se dedica a las batallas militares y a la administración de la agricultura en Gran Bretaña, presumiblemente el más vital de los logros del héroe. Además, dedica un poco de atención a la etnografía y la geología de la nación. (Ver Articulo: Kunama).

La obra se compuso tras el fallecimiento de Agrícola a los 53 años. Por lo tanto, toma después a un grado substancial el costumbre del tributo convencional del servicio conmemorativo (funebris del funebris del laudatio) articulado por un pariente en el entierro de las figuras notables según lo indicado por la convención romana. Destaca las prácticas y actividades individuales de Agrícola que encajan en la estructura de la antigua virtus de cuna alta.

Implícitamente, no se limita a manejar la vida, las características y los esfuerzos de su suegro. Su idea particular está constantemente presente, así que nos da una impresión de sí mismo. De la misma manera, se compromete a respetar el tiempo horrible del administrador de Domiciano, de quien es bajo. El final de la obra en la que Tácito, a pesar de no estar de acuerdo con ella, se hace eco del chisme de que el motivo del fallecimiento de Agrícola fue un daño que podría atribuirse a Domiciano, sirve para acabar con la imagen irrazonable del gobernante.

Resistencia contra Roma

El Siluro, conducido a través de Carataco, cacique militar y soberano de los Catuvellaunos que había huido de las tierras orientales tras la aniquilación de su propio clan, persiguió una oposición furiosa en medio de la intrusión romana en la isla.

El principal asalto a los clanes galeses se produjo en 1948, cuando el general romano Publius Ostorius Scapula caminó contra estas regiones al frente de una fuerza armada. En un principio, Scapula atacó a los Deceanglos, situados en el alto este del actual País de Gales.

La confirmación historiográfica nos demuestra que Scapula venció a este clan con poca oposición. Después de su triunfo sobre los Deceanglos, Scapula luchó bastante contra los bagres y los ordovianos. La oposición fue conducida a través de Carataco, que había huido hacia el sureste de la isla después de la paliza de los Catuvellaunos. Al principio, el anterior príncipe Catuvellauno conducía el bagre, pero por fin se trasladó a las regiones de los Ordovans, donde fue derrotado por Scapula en 51 años.

A pesar de la caída de Carataco, los bagres siguieron oponiéndose al intruso e iniciaron una exitosa lucha guerrillera que desintegró significativamente a los poderes romanos. La seguridad del bagre llevó a Scapula a declarar abiertamente que el bagre representaba tal riesgo, hasta el punto de que debía ser matado.

En cualquier caso, los peligros de Scapula, con el punto de sembrar el terror entre los bagres, no hicieron más que aumentar su afán de resistencia. Los romanos enviaron un vasto poder de legionarios a la región para ensamblar una línea de bastiones por toda la región.

Mientras los legionarios estaban ocupados con sus asignaciones, fueron atrapados por un extenso poder de bagres que los venció, causándoles numerosas pérdidas y llevándose consigo un número sustancial de detenidos. Estos detenidos fueron transportados entre los clanes vecinos con el fin de obligarlos a unirse a la obstrucción.

En el momento en que el bagre estaba a punto de ser derrotado, Scapula dejó Roma con un problema importante en sus fronteras británicas. En el momento de la vulnerabilidad que tomó después de la desaparición del general, el bagre descubrió cómo recuperar y derrotar a la Legio II Augusta.

Los especialistas en historia no han dilucidado si los bagres fueron derrotados militarmente o si simplemente fueron entregados a través de una asunción de paz. Las fuentes romanas proponen, no obstante, que este clan fue derrotado en medio de las batallas de Julio Sexto Frontino en el año 78 (fechado alrededor del 78 d.C.). (Ver Articulo: Afar).

Inicio y región de los alemanes – Versión alemana de Germania.

De origine et situ Germanorum (Sobre el origen y territorio de los alemanes), también llamado Germania, representa a los alemanes y su nación. La monografía debe ser compuesta poco después del año principal de la regla de Trajano, que fue también el tiempo de su segundo oficio, ya que Tácito utilizó esta fecha como una especie de fecha de perspectiva para calcular cuánto tiempo había pasado desde los asaltos primarios de la bóveda.

El trabajo es en su mayor parte excepcionalmente objetivo. Tácito sólo dice César de sus fuentes artísticas, sin embargo, debemos incluir a Plinio el Viejo y diferentes estudiantes de historia y geógrafos. A pesar de los datos artísticos, Tácito, que no disponía de información inmediata sobre los grupos de personas que vivían en Germania, probablemente incorporó los relatos orales de soldados, traficantes y viajeros que volvían de la otra orilla del Rin.

El segmento inicial del folleto está dedicado a la investigación mundial de los alemanes: topografía física, establecimientos, vida privada y cotidiana, perspectivas militares, etc. En ese punto, en más detalle, las idiosincrasias de cada reunión étnica son retratadas independientemente. Sea como fuere, no todo es objetividad en el trabajo.

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Implícitamente, no se niega a reflejar su propia visión de los alemanes y sus relaciones con Roma. Él probablemente indicará cómo las temperancias que una vez ganaron en Roma se estaban desarrollando entre ellas. Confiaba en que percibía en ellos las viejas estimaciones de gravedad, serenidad y valentía militar que una vez tuvieron los romanos, pero que habían quedado en nada en circunstancias posteriores.

Implícitamente, ve con sensibilidad ciertas cualidades de estos grupos de personas: su primitivismo, su cercanía a la naturaleza, su inmaculabilidad y su rusticidad. El examen con la Roma que existe aparte de todo lo demás es constantemente expreso o verificable.

Es más, la vieja Roma no tiene ninguna posibilidad como resultado de su alma corrupta. Sea como fuere, uno no debería sentir que el creador tiene una adoración acrítica por los alemanes: conoce sus principales imperfecciones, por ejemplo, su afecto por la bebida y las apuestas, su inclinación a estar latente durante la paz y su enorme indisciplina militar.

También percibió cómo los alemanes eran un riesgo genuino para Roma, cuya desintegración ética la hizo incapaz de protegerse viablemente. Sus excelencias guerreras los hacían mejores que las fuerzas armadas romanas, enfatizando regularmente sobre intereses que no tenían nada que ver con la protección del reino.

De esta manera, en la sección 37, donde maneja la bóveda, audita cada uno de los contratiempos que Roma ha sufrido a causa de ellos desde los ataques primarios del 113 a.C. No vacila en expresar su estima por ellos cuando los retrata como “un pueblo pequeño, pero colosal por su magnificencia”: la población en general que ha sido vencida unas cuantas veces, pero nunca reprimida.

Técnica y razonamiento de la historia

Inferido es exhaustivo en su utilización de la documentación. Reúne datos dados por antiguos anticuarios (Aufidio Baso, Cluvio Rufo, Plinio el Viejo, Fabio el Rústico y otros), diarios de personajes (Agripina, por ejemplo) y declaraciones orales; asimismo se dirigió a la Acta diuturna populi Romani (Crónicas del Pueblo Romano), que constituía una especie de diario de autoridad de Roma, y a los documentos del Senado.

Independientemente de si se esfuerza por utilizar sus fuentes sin prejuicios, su sólida identidad gana, y la subjetividad triunfa. Los segmentos filosófico (particularmente estoico) e ideológico terminan confiablemente coloreando lo que él describe.

Toda su obra se ve abrumada por el empuje para mostrar las ignominias presentadas por la mayoría de las cabezas desde el paso de Augusto hasta el de Domiciano. Este activo sirve para destacar adicionalmente los beneficios de Nerva y Trajan.

Implícito definitivamente no es un especialista decente del ejército local, la organización o la economía. En su profesión política, en realidad, nunca dependió de ejercicios militares. Su investigación es desigual en este sentido: está intrigado sobre todo en los ángulos mental y sensacionalista, y dirige la corte suprema, que ofrece un rico material para el examen moral.

Su razonamiento político es reacio. No elige entre el viejo pensamiento romano del estado senatorial oligárquico, conducido por “los mejores”, y el pensamiento helenístico de un estado administrado por un gobernante. Sea como fuere, sus inclinaciones estoicas parecen llevarlo a dudar de la solidez ética de un modelo político en vista de las elecciones (y de esta manera de afirmación) de un hombre.

En numerosos acontecimientos parece echar de menos la antigua república y su idea de flexibilidad, a pesar de que sus proclamaciones de tal manera están cubiertas como importantes para abstenerse de agravar la administración real.

Romanización de los Siluros

Teniendo en cuenta el objetivo final de permitir a la organización romana derribar la resistencia cercana, los romanos construyeron una fortificación forzada en el dominio (Isca Augusta, en lo que actualmente es Caerleon). La ciudad de Silurum Venta (Caerwent, a seis millas al oeste de Chepstow) fue adicionalmente ensamblada, la cual se convirtió en poco tiempo en una ciudad completamente romanizada, diferente a la antigua capital, Calleva Atrebatum (Silchester).

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Entre los restos de Silurum Venta todavía sobreviven los divisores, y los hallazgos en la zona han descubierto la presencia de una reunión, un santuario, un balneario, un anfiteatro, tiendas y agradables casas con pisos de mosaico. Un grabado encontrado en el territorio demuestra que esta ciudad era la capital del bagre en medio de la época del control real. La confirmación arqueológica demuestra que los romanos suplantaron las fuerzas divinas de los siluros con las suyas propias.

Parece que Silurum Venta siguió aprovechando su condición de centro político y religioso de la zona dentro del sistema de la Gran Bretaña post-romana. El gobernante Arturo, la motivación detrás de la conocida leyenda, era el señor de los Silures, a la cabeza de los cuales desestimó el ataque sajón. (Ver Articulo: Suiones).