Actualizado el 28 marzo, 2023
Los pueblos indígenas denominados como Kongo viven en la costa atlántica de África. Su territorio se ubica exactamente desde Pointe-Noire en República de Kongo, hasta Luanda en Angola (por el sur) y hasta la provincia de Bandundu en República Democrática del Kongo. (Ver Articulo: Kurdos).
Significado
Esta tribu también recibe la denominación de Bakongo, el cual es el plural del nombre N´Kongo en Kikongo. Esta tribu a diferencia de muchas de las que existen actualmente, presenta una gran magnitud demográfica.
Quizás sea por la región en donde se encuentran, quizás porque no han decidido abarcar su territorio y desplazarlos completamente, pero la mayoría de las tribus indígenas que aun existente han sido reducidas drásticamente y no son muchos los integrantes que aun la componen.
Cuando las civilizaciones actuales deciden adueñarse de un territorio para su explotación y aprovechamiento, simplemente desplazan a los nativos que en ella habitan. Cuando la densidad demográfica de las tribus desciende, muchos de sus integrantes pierden sus costumbres y trascendencia.
Convirtiéndose así en integrantes de las civilización contemporáneas, adaptándose al modelo de vida que han inculcado y abandonando completamente las creencias que le otorgaron sus antepasados. Esta tribu aun cuenta con la suerte de que se mantienen estables en sus territorios y no han intentado arrebatárselos.
No se conoce con exactitud la cantidad de integrantes que posee esta tribu debido a que no se han establecido censos recientes, pero según el último realizado se estima que la población de esta tribu esta alrededor de los 10.220.000 integrantes.
Historia
Los primeros indicios que se tienen de esta tribu data del siglo III, donde los integrantes del pueblo Kongo emigraron hacia los prados del gran río Nzadi o también conocido como “zaire” en portugués. (Ver Articulo: Daur).
Estos indígenas tuvieron su primer encuentro con los portugueses en el año 1485, los mismos arribaron a las costas de donde estaba ubicado el pueblo Kongo y estaban dirigidos por Diogo cao. En el momento en que los portugueses llegaron, los indígenas Kongo se encontraban en pleno apogeo de su sociedad, ya que habían establecido un gran negocio con el comercio del marfil.
El marfil era negociado con los pueblos interiores de la región en donde habitaban los integrantes del pueblo Kongo y debido a su gran belleza estética el marfil siempre ha sido una pieza muy deseada por cualquier individuo. Los portugueses llegaron tratando a los indígenas como iguales y las relaciones se encontraban estables y sin problema alguno.
Los portugueses no tardaron mucho tiempo en imponer sus costumbres e intentar culturizar a su forma a los integrantes del pueblo Kongo. Los misioneros que venían en el viaje directamente de Europa, se encargaron de convertir a los dirigentes del Kongo a su religión Cristiana.
Los ciudadanos de la etnia no se sentían a gusto con las imponencias que establecían algunos portugueses, puesto que estos querían erradicar su cultura y compartir sus creencias como una forma de doctrina hacia los indígenas. En el año 1452 un profeta Kongo denominado como “Ne-Buela Muanda” predijo la llegada de los portugueses y que esto establecía una época de esclavitud para los habitantes de esta etnia.
Debido a esta predicción y a los actuales sucesos, los Kongo se mostraron en desacuerdo con los portugueses y esto creo disputas entre los integrantes Kongo que seguían al cristianismo y los que aún seguían y defendían las creencias religiosas nativas.
Finalmente luego de tantos conflictos y enfrentamientos, los Kongo decidieron expulsar a los portugueses. Aunque los portugueses decidieron no irse y se aliaron con jefes militares rebeldes Kongo que se encontraban en la provincia de Yaka para derrocar a aquellos que los habían expulsado.
Estos conflictos no favorecieron para nada al pueblo Kongo, estos nunca llegaron a recuperar la grandeza que tenían antes de la llegada de los portugueses. Estos conflictos solo causaron el enfrentamiento entre los Kongo que defendían a los portugueses y los integrantes que querían expulsarlos definitivamente de sus tierras.
Luego de tantos enfrentamientos, el pueblo Kongo termino siendo colonizado por los europeos en el año 1885. Ante esta colonización, el reino decidió establecer impuestos y el trabajo obligatorio de cada ciudadano para así poder financiar una estabilidad social. El rey podía ser escogido sin importar su sexo y el deber de este era encargarse de la franja más desfavorecida que se encontraba en la sociedad.
Los días de trabajo de los Kongo quedaron establecidos en que cada 7 días había un día de descanso para cada integrante, pero el mismo se rotaria según las provincias y los clanes que estaban establecidos. En el mes que disponía de 28 días, la semana de los Kongo constaba solamente de 4 días e igualmente se le otorgaba un día libre cada 7 que pasaran, teniendo así un total de 4 días libres al mes.
Los Kongo establecieron un sistema de gobierno contrario a los que tenían muchas tribus indígenas similares en esa época. El sistema para los desfavorecidos era mucho más favorable, puesto que estos eran tomados en cuenta por la sociedad y debían ser ayudados.
Los terratenientes debían encargarse de ayudar a los más desfavorecidos si no querían sufrir la pena del deshonor ante la sociedad. Era algo obligatorio ofrecer su ayuda, un ejemplo es que el patrón hiciera trabajar a sus empleados durante medio día y les otorgara libre el resto del día para que estos pudieran producir para sus familias y su propio bienestar. Si algún patrón violaba esta norma era castigado con un descredito ante la sociedad.
El rey que era elegido por un grupo de gobernantes (jefes de tribus tribus importantes), era el encargado de velar por cada uno de los grupos sociales bajo su poder. Luego de que ocurriera el cambio en la sociedad de los Kongo, el rey pasó a ser elegido por las fuerzas portuguesas. Cada uno de los integrantes del gobierno eran elegidos para su puesto según la competencia que tuvieran para ese cargo, respeto a la costumbres de su pueblo y el aval que presentaran a las autoridades religiosas.
Agricultura
Los integrantes del pueblo Kongo adoptaron al igual que muchas etnias aborígenes vecinas la siembra como un medio de subsistencia. El aprovechamiento de las tierras como recurso principal por parte de los aborígenes ha sido una tradición por lo largo de muchas décadas, no solo se utilizan los rubros para el consumo de los aldeanos, si no que también es aprovechada parte de la cosecha para comerciar y obtener otros productos importantes para el desempeño de las labores diarias de las tribus. (Ver Articulo: Bosquimanos).
Los Kongo han desarrollado la siembra de mandioca, plátanos, maíz, batata, cacahuates, habas y taro. Estas son las cosechas que son utilizadas principalmente para el consumo de la aldea, pero las fuentes principales de ingresos son el café, el cacao, plátanos y aceite de palma, que son productos hoy en día comercializados a gran escala y muy deseados por las poblaciones contemporáneas.
Como muchas otras tribus indígenas las mujeres se encargan de los trabajos menos pesados, como el cultivo, la recolección y el procesamiento de los alimentos. Mientras que los hombres hacen trabajos fuertes como la preparación de las tierras para el cultivo, la cacería y pesca. Muchos de los integrantes Kongo viven, trabajan y comercian en las ciudades actualmente.
Religión Kongo
La religión de la tribu Kongo se basa en que el mundo es multidimensional. Por lo cual para ellos el mundo material y el mundo de los espíritus son dos espacios distintos que se extienden y en algún punto del universo se encuentran. Según sus creencias los humanos están situados en dimensiones interiores y hay algunos que se encuentran en dimensiones avanzadas, en este caso lo que ellos determinan como sacerdotes.
Se cree que los espíritus pertenecen a otra subdivisión del universo que según ellos posee al menos 8 dimensiones. La ciudad de los antepasados se encuentra en el mundo de los espíritus y estos antepasados son la conexión entre los hombres y lo divino.
Lo divino es visto por los indígenas Kongo como el origen de todo, la esencia vital de todo y el final de todo. Ellos denominan a “Kalunga” como el mar primitivo de donde origina todo, el auto creado y el que domina sobre todo.
Es por ello que Kalunga es el lugar del que provienen los seres humanos y al que van los espíritus al final de su transición, es determinado como su dios. La espiritualidad es un factor terminante en la organización social y política, puesto que es la base para establecer la misma.
La intersección entre el mundo espiritual y el mundo material se representa con la forma de una cruz, es por esto que ese símbolo es muy importante en la cultura Kongo. También se supone que representa la intersección entre kalunga y el mundo humano, es decir un ser divino con forma humana que es representado por una cruz.
Estas similitudes entre las creencias de los Kongo y la religión cristiana fue la que permitió que la misma se introdujera con facilidad y fuera adoptada por muchos de los integrantes de este grupo étnico.
La descendencia en este grupo está establecida de forma que siga la línea materna y la estructuración del pueblo Kongo se divide en 12 clanes actualmente, lo cual también se encuentra en numerosas denominaciones de pueblos del África negra.(Ver Articulo: Turkmen).
