Bávaros: Historia, características, cultura y mucho más

BÁVAROS

Actualizado el 20 septiembre, 2023

Los Bávaros fueron una civilización antigua que se estableció en la época de las grandes migraciones y llegaron a gobernar países como Francia, Bélgica, Suiza y Alemania. Conoce acerca de su historia, batallas y logros desde épocas remotas hasta nuestros días.

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Características de los Bávaros

Lo que hoy conocemos como Baviera es un Estado Federado de Alemania y Austria, que fue parte del territorio ocupado por los Bávaros en el Período de las grandes migraciones. Se trata de un pueblo antiguo, en realidad era una tribu germánica, que desarrolló con el tiempo tres dialectos diferentes, que evolucionaron también cuando tuvieron que migrar hacia los Alpes, por el avance y ulterior sometimiento por parte de Carlomagno.

Dichos dialectos son conocidos como Oberpflzisch, Donaubairish y Alpenbairish, están distribuidos de la siguiente manera: El Oberpflzisch o Palatinian Superior, se habla en La Selva de Bohemia y Ratisbona, ubicadas al norte de Baviera.

El Donaubairish o Danubio bávaro es un dialecto más distribuido que el anterior, se habla tanto en el centro y sureste de Baviera como en América Central y Baja Austria. Mientras que el dialecto Alpenbairish o Alpino bávaro es hablado hacia el sur de Austria y de Tirol del Sur y al suroeste de Baviera.

Los Bávaros son solo uno de los cuatro ducados tribales que se establecieron en Alemania, fueron una familia de origen germánico que gobernó lo que conocemos hoy en día como Francia, Bélgica, Suiza y una parte de Alemania, esto ocurrió en los siglos V y VIII. Este ducado tribal eran descendiente de Meroveo, quien fue un jefe militar franco.

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Lograron mantener una existencia independiente en lo que se conoce como la Alta Edad Media, período que se ubica entre los siglos V y VI, como podemos identificar posterior a la caída del Imperio romano y mantienen su estirpe hasta la actualidad, cuando los reconocemos en el Estado Federado de Baviera.

Se considera que lo bávaros fueron el resultado de un proceso de evolución y modificación de rasgos culturales y sociopolíticos, que permitieron su distinción de otros grupos étnicos de la región, por lo que se habla de que los bávaros sufrieron un proceso de etnogénesis que inició con la caída del imperio romano. Este grupo surge entonces a raíz de la colonización.

Políticamente se caracterizaban por tener una organización de clanes en donde se distinguían miembros que se encargaban de desarrollar los aspectos políticos y las estrategias, conocidos como Centena, mientras que la máxima figura era un Jefe o Rey.

Historia

La historia de los Bávaros ha sido muy estudiada y ha habido una serie de propuestas sobre su origen, que con el tiempo han sido rechazadas, una de las primeras hipótesis es que se trataba de una rama de origen Celta.

También se hablaba de que los Bávaros fueron una tribu resultante de un conjunto de tribus que pertenecieron a la familia Goda, los cuales eran germánicos conformados por dos ramas, una conocida como los visigodos y otra los ostrogodos, quienes tuvieron un papel determinante en la caída del Imperio romano de Occidente.

Esta hipótesis también ha sido rechazada por los estudiosos, cobrando mayor fuerza la propuesta por Johann Kaspar Zeuss quien fue un filólogo, historiador y etnólogo del siglo XIX, que luego de sus estudios sobre los Bávaros señaló que deben ser identificados con los marcomanni, pues se identificaron bases sólidas para esta afirmación.

Los marcomanni o marcomanos fueron una confederación tribal germánica que vivió al norte del Danubio, durante el apogeo del imperio Romano y que según Tácito, historiador romano y Estrabón historiador y geógrafo griego, coinciden en sus escritos sobre que los Bávaros pertenecían al gran grupo de los Suevos.

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Conociendo sus orígenes podemos adentrarnos en la historia de esta tribu germánica, la cual está llena de batallas, reinados y ducados que construyeron con el tiempo lo que hoy conocemos como el Estado Federado de Baviera.

Los Bávaros son mencionados en escrituras donde se señala que puede tratarse de un pueblo Celta que los romanos sometieron antes del cristianismo. Las colonias se ubicaban en la provincia de Recia, siendo el centro romano Castra Regina, llamada Ratisbona. Desde Marco Aurelio emperador romano del año 161, Recia era gobernada por el comandante de la Legión III Itálica.

En la decadencia del imperio romano Castra Regina no era la excepción, también estaba afectada y casi desierta, hasta que fue ocupada por los Godos bajo el mando de Teodorico el Grande, rey de los ostrogodos, quien restableció hasta cierto punto su prosperidad.

Existe un primer documento, que describe la localización de los Bávaros al este de los Suevos, del año 551. También Venancio Fortunato, un obispo de la iglesia católica, realizó varios textos hagiográficos en donde hace referencia a las tierras de los Bávaros.

Las evidencias arqueológicas de los siglos V y VI muestran la influencia social y cultural de otras regiones y pueblos, como longobardos, bohemios y la población local Romanizada, sobre los bávaros. Con la llegada del Reino Franco, los bávaros regresaron a un estado de dependencia y destituyeron a dos duques, debido a que no obedecían. Para el año 696 se fundaron varios monasterios iniciando las relaciones entre Baviera y Roma.

Luego Baviera fue gobernada por el cuñado de Carlomagno, llamado Gerardo, hasta el año 799, cuando los condes francos asumieron el control de la administración e incorporaron esta tierra con el resto del Imperio Carolingio. Los Bávaros y su ducado quedó suprimido.

Cuenta la historia que durante el reinado de Luis el Niño, Leopoldo Conde de Scheyern gobernó la marca de Carintia, la cual fue establecida en la frontera sudeste con el propósito de tener un frente que defendiera a Baviera, falleció en batalla en el año 907, pero su hijo llamado Arnulfo de Baviera reorganizó lo que quedaba de la tribu y con fuerza y gallardía del ejército diezmado logró hacer retroceder a los húngaros, convirtiéndose en Duque de Baviera en el año 911, la primera decisión fue tomar a Carintia bajo su mando.

Tras la muerte del rey Conrado I de Alemania en un intento fallido por atacar al nuevo Duque de Baviera, su sucesor conocido como Enrique I el Pajarero de la Dinastía Sajona, termina reconociéndolo en el año 920 como Duque. Esto le permitía al Duque de Baviera la acuñación de monedas, asignar obispos e incluso sancionar leyes.

El hijo de Enrique I el Pajarero de la Dinastía Sajona, llamado Enrique II duque de Baviera lo sucedió en el año 955, sin embargo estuvo implicado en una conspiración contra el rey Otón II.  El origen del conflicto fue que el rey cedió el ducado de Suabia a un enemigo de Enrique II. También un dato importante para ir entendiendo este rompecabezas de ducados y poderes, es que se había entregado la Marca Bávara del Este a Leopoldo, conde de Babenberg, esta ultima luego sería Austria.

Para el año 976 Enrique II perdió su ducado ante Otón, duque de Suabia. Con este desenlace Carintia fue hecho un ducado separado y la iglesia bávara se hizo independiente del rey. Para el año 985 Enrique II fue restablecido como gobernante, pero en esta oportunidad se dedicó a gobernar en lugar de pelear batallas viscerales, por algo lo llamaban Enrique el pendenciero. Logró el orden interno, se realizaron y aprobaron leyes de suma importancia y modificaron los monasterios.

Su sucesor y futuro rey Enrique II de Alemania en el año 1.002 entregó Baviera a su cuñado Enrique V, quien fallece y por sucesión pasa a manos del Emperador Enrique III en el año 1026. Posteriormente otro miembro de la Casa de Luxemburgo toma posesión en el gobierno del duque Enrique VII. La madre del Rey Enrique IV de Alemania, la emperatriz Inés, en el año 1061 encomendó el ducado a Otón de Nordheim.

En el año 1070, el rey Enrique IV de Alemania depuso al duque Otón y entrega el ducado a Güelfo I de Baviera, quien era miembro de una familia bávara de Padanía, la concesión a Güelfo I devolvía el favor de una ayuda recibida. Los hijos de Güelfo I fueron sus sucesores, Güelfo II y Enrique IX en los años 1101 y 1120 respectivamente.

Luego esta rama de los Güelfo se hizo del ducado de Sajonia en el año 1.137, de la mano del hijo de Enrique IX, llamado Enrique X, sin embargo el rey Conrado III de Alemania no permitió que dos ducados estuvieran bajo el mismo mando filial y destituyó a Enrique.

Entregó Baviera al marqués Leopoldo IV de Austria para el año 1.141, fallece el marqués y el rey conservó el ducado. Pero la realidad es que el rey mantuvo en descuido el ducado y dos años después lo entrega a Enrique XI.

Las batallas no cesaban y continuaron hasta el año 1.156, cuando el emperador Federico Barbaroja, como estrategia que permitiera la restauración de la paz en Alemania, convence a Enrique XI de entregar Baviera al duque de Sajonia, para la fecha era Enrique el León hijo de Enrique el Orgulloso. En compensación Austria, que para la época era una marca, fue elevada a ducado independiente.

Sin embargo la paz tenía un costo, porque los territorios bávaros disminuían su dominio y buscaban el reconocimiento para lograr independencia, lo que disminuía la posibilidad de continuar expandiendo el territorio.

Como consecuencia, Enrique el León fue suspendido en el año 1.180 y fue concedido el ducado a Otón, un miembro de la familia bávara de Wittelsbach, esta familia gobernó Baviera adquiriendo durante su gobierno el Palatinado electoral, se ampliaron las fronteras, abarcando el río Lech, las montañas, el Böhmerwald y el Inn.

Luego del ducado Otón que gobernó por tres años, lo sustituyó su hijo Luis I de Baviera, quien avanzó en asuntos políticos y fue asesinado en el año 1.231. Fue sucedido por su hijo Otón II.

El Palatinado fue invadido en el año 1.792 por ejércitos franceses y tres años después invadieron Baviera. En su momento Carlos Teodoro de Baviera huyó a Sajonia, los responsables a cargo firmaron una convención con los invasores a cambio de una contribución. Baviera en un momento de extrema vulnerabilidad es tomada por los franceses y los austríacos, quienes habían tomado el país incluso antes de la muerte de Carlos Teodoro de Baviera en 1.799.

Con el acuerdo entre Francia y el Sacro Imperio Romano Germánico firmado por José Bonaparte y Luis Conde de Cobentzel, conocido con el nombre de Tratado de Lunéville, Baviera perdió la Palatinado y los ducados de Zweibrücken y de Jülich.

En la guerra de 1.805, los bávaros lucharon al lado de los franceses y en consecuencia de las derrotas austriacas que generaron los ejércitos franceses y Bávaros en la batalla de Ulm y la batalla de Austerlitz, se firmó el Tratado de Pressburg entre Francia y Austria, lo que permitió recuperar una buena parte del territorio.

El principado de Eichstädt, los señoríos de Argén, Tettnang y Vorarlberg, los condados de Hohenems y Königsegg-Rothenfels, el Marquesado de Burgau y la ciudad de Lindau, todos fueron agregados a Baviera. Las afrentas incluían el matrimonio entre la hija de Maximiliano con Eugène de Beauharnais hijo del vizconde de Beauharnais, sin embargo, prefirió ceder el ducado del Leuchtenberg a Napoleón.

Siglo XX

Los sucesos del siglo XX, fueron verdaderamente relevantes, no solo para Baviera y los bárbaros, sino para el mundo. Como pudimos observar en los sucesos históricos que acompañaron a los Bávaros, existieron innumerables batallas, sucesiones, tiempos de gloria y dificultad.

El siglo XX no fue muy diferente, recordemos que se desarrollaron en este siglo dos guerras mundiales, transiciones de gobiernos imperiales,  períodos socialistas y de extrema derecha, pero todo ello formó lo que es hoy Baviera y determinó mucho de los bávaros. A principios del siglo XX Baviera, quedó parcialmente devastada luego del bombardeo y la invasión durante la Segunda guerra mundial.

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Baviera sobrevivió a la primera guerra mundial y al régimen imperial, sucesivamente vivió la caída de otras dinastías alemanas, como los Wittelsbach, ante la renuncia del rey Luis III, quien firmó la Declaración de Anif, en la cual liberaba a los funcionarios civiles y militares de sus juramentos.

El recién formado gobierno republicano a través del ministro socialista Kurt Eisner interpretó lo sucedido como una renuncia y proclamó la república en Múnich en el año 1.918, sin embargo no había formalidad de la renuncia por parte de la dinastía Wittelsbach, de modo que los miembros de la familia se mantienen activos en aspectos sociales y culturales, sin mostrar ningún tipo de interés en referencia a los asuntos políticos, por lo que mantenían distancia y silencio en referencia al tema.

A pesar de la conformación de un gobierno, no eran tiempos políticamente tranquilos, existían tensiones entre partidos que se exacerbaron con el asesinato de Eisner en el año 1.919, el gobierno socialista independiente fue sucedido por uno socialdemócrata.

Los comunistas bávaros, wurtembergueses y prusianos conforman una República Consejista, que intervino con apoyo tanto de los ejércitos voluntarios llamados Freikorps, como del ejército alemán y así logran minimizar y neutralizar al gobierno socialista.

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Fue reconquistada Múnich, por su parte Baviera pasa a ser administrada por un Comisario del Reich, convirtiéndose en un lugar en donde la extrema derecha podía organizarse. Como era de esperarse todos querían algo de poder, los socialdemócratas, los comunistas y los consejeristas, lo que interfería con el desarrollo de las estrategias del gobierno.

Se elabora una nueva constitución que entra en vigor en septiembre de 1.919, conocida como la Constitución de Bamberg, en ella se crea el Estado Libre de Baviera dentro de la República de Weimar. Baviera fue la cuna del nazismo, fue allí donde Adolfo Hitler tras un golpe de estado fallido, muestra el comienzo de los que sería el partido nazi.

Hitler tenía una residencia en Obersalzberg en Baviera. Existían movimientos de resistencia al régimen, sin embargo, también servía de escenario para los multitudinarios desfiles del partido. Se inicia la Segunda Guerra Mundial en 1.945, Múnich era una ciudad industrial, por lo que se convirtió en el blanco de bombardeos consecutivos que buscaban destruirla, llegando a ser zona de ocupación norteamericana.

Eran tiempos complicados y a pesar de hacer todo para organizarse como partidos políticos, haber llegado a conformar la Unión Social Cristiana de Baviera y ser elegidos para formar parte del parlamento, se crea un gobierno de coalición con los socialdemócratas. El Palatinado Renano es separado de Baviera en 1946 para ser incluido en el nuevo estado Renania-Palatinado.

 

Estado de Baviera

El Estado Popular de Baviera se estableció en el año 1918, en un clima político alterado y vulnerable, en medio del desarrollo de una Revolución. Nace como estado independiente, bajo un gobierno socialista que solo duró un año en el poder. Ese gobierno tenía el objeto de reemplazar el Reino de Baviera dentro de la República de Weimar.

Dicho estado fue dirigido por Kurt Eisner quien fuera un político bávaro de origen judío, a cargo de la Revolución de noviembre que derrocó a la monarquía de los Wittelsbach. Su corta permanencia en el gobierno obligó a una coexistencia de Baviera con la República Soviética bávara rival, la cual se mantuvo bajo la dirección de Johannes Hoffmann, político alemán y miembro del Partido Socialdemócrata.

Entonces el Estado Popular de Baviera pasó a ser Estado Libre de Baviera. Pero su historia es digna de retomar, ya que las raíces del Estado Popular de Baviera se encuentran realmente ubicadas en la derrota del Imperio alemán durante la Primera Guerra Mundial.

Múnich, la capital de Baviera, se mantenía en una atmósfera política muy inestable, que se debatía entre la extrema derecha y el socialismo en el año 1.918. Se realizan las reformas constitucionales, donde se dispuso la transformación de la monarquía constitucional en una parlamentaria. Kurt Eisner liderizó una protesta que se concentró en lo que hoy conocemos como Oktoberfest, Múnich, exigiendo paz, lo que generó la renuncia del rey bávaro Luis III y su emperador Kaiser Guillermo II.

Comienza indefectiblemente una reorganización social importante que logra la renuncia del Rey Ludwig, residenciado en el Palacio Residenz. Al día siguiente Eisner, con el apoyo de los consejos revolucionarios locales de trabajadores y soldados, declaró a Baviera como un “estado libre”, derrocando la dinastía Wittelsbach, que había gobernado Baviera por más de 700 años.

La nueva república estaría ahora al mando de líderes que no eran bávaros, lo que generaba un rechazo, y a pesar de las buenas intenciones de Eisner por hacer un gobierno social y culto, no tuvo mucha aceptación. En la imposibilidad de proporcionar lo necesario para el mantenimiento de los servicios básicos para la nueva Baviera, el partido tuvo un revés, obteniendo la victoria el Partido Popular de Baviera.

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Eisner es asesinado y a pesar de su muerte se realizó la convocatoria para un nuevo gobierno, tras intrigas y suposiciones sucede un altercado entre los nuevos aspirantes a gobernar, dejando a Baviera temporalmente sin gobierno​, se sobreviene un estado de anarquía y se declara un estado de emergencia.

Se crea un Consejo Central (soviético) liderado por Ernst Niekisch, pero en 1919 el nuevo líder de los socialistas, Johannes Hoffmann, crea un gobierno de coalición parlamentaria, pero a un mes de su constitución, los comunistas y los anarquistas, se identifican con una revolución de izquierda en Hungría y declaran la República Soviética de Baviera.

Se produce un enfrentamiento para reponer el orden constitucional del gobierno de coalición, los gobiernos rivales se enfrentaron militarmente en Dachau, una batalla muy dispareja ya que Hoffman contaba con 8.000 soldados y la República Soviética con 30.000. Fue una lucha cruel y sangrienta que concluyó con la ejecución de más de un millar de comunistas y anarquistas. Los Freikorps rompieron las defensas de Múnich, la República Soviética de Baviera había sido derrocada.​

Luego de profundas diferencias y un abismo generado entre el comunismo y la extrema derecha por todo lo que había vivido el pueblo Bávaro, hoy en día Baviera es un estado federal libre, que se ubica en el sureste alemán, limitando con Liechtenstein, Austria y la República Checa, su capital estatal es Múnich.

Está conformado por al menos 2.056 ciudades y pueblos, tiene una población aproximada de 12.538.696 habitantes, distribuidos en 68.083 km². Las ciudades más importantes son Múnich, Buckenhof y Balderschwang, entre otras. Es el estado Federal más grande de Alemania, reconocido mundialmente por su economía, cultura y sociedad organizada y próspera, de todo ello hablaremos a continuación.

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Cultura de los Bávaros

Las costumbres bávaras se mantienen de manera ancestral y se refuerzan de generación en generación, es una sociedad orgullosa de sus costumbres, su tradición y su fe. Llena de color, con vestimenta única que permite identificar una cultura arraigada, la cual acompaña festividades y celebraciones que son adornadas con danzas tradicionales y una música que los identifica. La cultura Bávara es rica, colorida y cordial.

Una de las celebraciones que forman parte de cultura bávara es el Corpus Christi, la cual es conocida localmente como el “día de Pillory”. Es una celebración en memoria a los sacramentos del altar. También destaca la Noche de Walburgis, que se celebra a partir del 30 de abril hasta el 1 de mayo. Las tradiciones culturales de Baviera son en realidad una mezcla entre lo antiguo y lo moderno, lo que la hace interesante y original.

Los bávaros cuidan celosamente sus tradiciones y tratan en lo posible que las mismas no sean influenciadas por los países vecinos. La variedad de dialectos enriquece su cultura, mientras que los pueblos indígenas realizan su aporte, en lo social y cultural. El traje nacional está conformado por pantalones de cuero cortos y chaquetas decoradas con mechones de pelo de gamuza, es una de sus manifestaciones culturales más reconocidas.

Teatro

Baviera está llena de lugares hermosos y de gran importancia para el mundo, uno de ellos es el Teatro Nacional de Múnich, construido a principios de XX. Es un teatro de ópera que se encuentra ubicado en la plaza Max-Joseph, en Múnich. También debemos hacer mención al Teatro de Cuvilliés, el cual fue construido en los años 1750, reconocido como una joya del rococó.

Museos

Baviera se caracteriza por ofrecer diversas opciones culturales, una de ellas son los museos. Hay muchas alternativas que están dirigidas a complacer los gustos variados de propios y visitantes. Entre los más importantes se encuentra el Museo de Múnich “La Pinakothek der moderne”, donde se  exhiben obras de arte contemporáneo, objetos de elaboración industrial como coches, ordenadores, mobiliario, joyas y también pintura del siglo XX.

También en la ciudad capital se encuentra el “Deutsches Museum” ubicado en un islote del río Isar, está dedicado a la ciencia y la tecnología. En él se encuentran alrededor de 17.000 piezas; es el más visitado de Alemania y uno de los mayores museos del mundo dedicado a la ciencia y tecnología.

La Gliptoteca de Múnich es otro de los museos que se deben visitar en esta bella ciudad, su propósito es conservar esculturas de las culturas griegas y romanas, cuya construcción fue ordenada por el rey Luis I de Baviera.

Se encuentra ubicado en el barrio Kunstareal, donde también se encuentran otros tres museos. Se caracteriza por tener un diseño greco-italiano en estilo neoclásico, una impresionante obra arquitectónica. Hay obras que datan desde el año 650 antes de Cristo hasta el año 550 después de Cristo.

El museo del juguete llamado localmente “Spielzeug Museum” lo pondrá en contacto con su niño interior, al dar un recorrido entre los juguetes de épocas pasadas. Su arquitectura también es increíble, resaltando la Torre y su reloj. Para los amantes de los vehículos se encuentra el Museo BMW, cuya exposición permite recorrer la evolución de esta famosa marca a lo largo de la historia, identificando avances tecnológicos de estos vehículos.

En la ciudad de Füssen se encuentra el Museo Zeitschienen en el cual se exhibe una increíble colección de automóviles y trenes en miniatura. Solo nombramos los más visitados y recomendados, sin embargo hay muchos otros museos que se encuentran distribuidos en las distintas ciudades de Baviera.

Carnavales

En Baviera y Sajonia el carnaval es conocido con el nombre de “Fasching” y se celebra el último jueves, antes del miércoles de ceniza. En las celebraciones del carnaval bávaro, las mujeres tienen el papel central y las instituciones públicas como los ayuntamientos, son ocupados por mujeres.

El alcalde de la ciudad debe hacer entrega de la llave, lo cual tiene un significado de rendición, pero no solo queda allí, existe la costumbre de que las mujeres corten las corbatas de los caballeros, lo que significa que le han arrebatado parte de su poder.

Se realizan comparsas coloridas con hermosas carrozas y las personas de los poblados piden caramelos, los cuales son lanzados al aire mientras las personas gritan Kamelle, sin embargo esto ha cambiado un poco con los años, y a pesar de que se mantiene el grito, también se lanzan galletas, palomitas de maíz y pequeños chocolates.

Otra de las costumbres que acompañan a esta celebración es realizar discursos satíricos o irónicos divertidos. Las personas se suben a un Die Bütt, que es un barril o cubeta, para dirigirse al público.

También se realiza la premiación “Karnevalsorden”, creada por la selección de la Asociación Carnavalesca de Aquisgrán, quien impone la “Medalla a la lucha contra la extrema seriedad”, a patrocinadores de los carnavales y también a personalidades de la ciudad.

Arquitectura de los Bávaros

La historia Bávara es representada en cada edificio y palacio que adorna a Baviera, sus más de 1.200 años de historia han dibujado una arquitectura única, que pone un sello distintivo a este estado federal. Pueden ser reconocidos los estilos góticos románticos, identificados es sus monumentales iglesias y monasterios. Encontramos desde la cripta del siglo VIII de San Emmeran cerca de Ratisbona hasta la impresionante carpa del Parque Olímpico de Múnich.

Los estilos romántico y gótico se pueden apreciar en los templos y monasterios de Baviera, como Ebrach, San Lorenzo en Núremberg, Altenstadt y las catedrales de Bamberg, Augsburgo, Freising, Ratisbona y Würzburg.

El romanticismo rompe con el período neoclásico de las artes y la monarquía, en un arte subjetiva que cambia los modelos grecolatinos. Por su parte el arte gótico se desarrolló en Europa occidental en los últimos siglos de la Edad Media, surge en el norte de Francia y se extendió por todo el Occidente.

Dentro de las construcciones más relevantes del estado federal de Baviera se encuentra la Capilla de Santa Anna en Augsburgo, construida en el siglo XVI, cuya importancia se fundamenta en ser la primera construcción renacentista ubicada al norte de los Alpes. Otras construcciones importantes que resaltan en la arquitectura de Baviera son: la Residencia en Landshut, las caballerizas reales de Múnich y el Salón Hirsvogel en Núremberg.

Por otro lado, el estilo Barroco y Rococó muestran una fase de la historia de la arquitectura europea posterior al Renacimiento y del Manierismo; se generó en Roma en el siglo XVII hasta mediados del siglo XVIII. El término Barroco, inicialmente fue utilizado a modo despectivo para referirse a la irregularidad, pero se convirtió en un nuevo estilo.

La fusión de ambos generó una arquitectura grandiosa, que puede ser reconocida en las Iglesias de Steingarden, la Catedral de Passau, la basílica de Vierzehnheiligen y el Monasterio de Weltenburgo, entre otras.

La Oktorberfest

La Oktorberfest es la famosa Fiesta de la Cerveza de Múnich, que se realiza desde hace más de 200 años. Es celebrada entre septiembre y octubre en Múnich, como una de las fiestas con mayor reconocimiento internacional de la ciudad bávara.

Millones de personas asisten al Oktorberfest, son más de 2 semanas en donde el campo conocido como Theresienwiese, en las inmediaciones del centro de Múnich, se convierte en el centro de atención del mundo.

Las cervezas servidas en este festival deben cumplir con los siguientes requisitos específicos:

  • Debe ser producida dentro de los límites de la ciudad de Múnich.
  • Debe cumplir con la Reinheitsgebot, es decir, la Ley de la pureza decretada el 23 de abril de 1516 por Guillermo IV de Baviera.
  • El Stammwürze se refiere a la gravedad específica o densidad relativa cuando es comparada con el agua, debe ser mínimo de 13,5.
  • Si no cumple estos parámetros no puede ser servida en el festival.

La primera Oktoberfest se celebró en el mes de octubre de 1.810 para celebrar el matrimonio del príncipe Luis I de Baviera y se mantiene hasta la actualidad. Se adelantó la fecha a septiembre con la finalidad de sacar mejor provecho al clima de esa época.

La festividad se da por iniciada con la llegada de los Wiesnwirte, quienes llevan el escudo y son seguidos por hermosos carros cargados de barriles de cervezas que son remolcados por caballos. El alcalde de la ciudad abre el primer barril a las doce en punto y da inicio al festival.

Alimentación

La gastronomía bávara es reconocida en el mundo, no solo por la cerveza, sino también por las deliciosas y clásicas salchichas, un aspecto resaltante de la alimentación es la variedad que puede encontrase en cada pueblo bávaro, en los cuales se mantienen muchas de las recetas antiguas y tradicionales.

La comida se fundamenta en el uso de productos cárnicos y patés, acompañado por la variedad de quesos y espectacular repostería compuesta de deliciosos pasteles, entre los que debemos mencionar el reconocido strudel de manzana bávaro.

La base de la cocina nacional consiste en carnes y no hay fiestas sin salchichas y patés. Baviera es famoso por sus quesos de lujo y deliciosos pasteles. Una de las entradas más tradicionales es el obatzda, una mezcla de quesos Camembert aliñados con pimentón dulce en polvo y cebollas, presentada como crema para untar sobre pan o los famosos Bretzels.

Dentro de la variedad gastronómica también se encuentran excelentes sopas, entre las que debemos resaltar el Eintopf, un estofado alemán tradicional compuesto de caldo de carne, pasta, verduras, carnes y salchicha ahumada.

Otra de las comidas fuertes es el reconocido cerdo hakse, este plato consiste en carne de cerdo guisada en una salsa de cerveza oscura. Entre las comidas típicas del sureste y del Tirol Sur, las albóndigas de papa Knodel y el encurtido chucrut son los platos más populares y que tienen siglos en la cultura culinaria de Baviera. Pero no solo es carne, con el nombre de Kartoffelsalat destaca una famosa ensalada de papas, que incluye en sus ingredientes manzanas frescas, verduras, huevos duros o encurtidos.

Religión de los Bávaros

Desde tiempos remotos los bávaros tuvieron influencia del cristianismo. La historia cuenta que la reina de los marcomanni de nombre Fritigil, fue convertida por un cristiano italiano errante, se dice que la reina incluso viajó fue a Milán, pero cuando llegó el obispo había muerto. La influencia de la religión de la reina debe haber sido aceptada y de alguna manera haber influenciado a los bávaros de la época.

Pero la influencia Goda también ha podido contribuir en la religión adoptada, que era una variación del cristianismo conocida como Arrianismo, en la cual creen que Jesucristo fue creado por Dios Padre y está subordinado a Él, pero no creen en el Espíritu Santo. Se considera que la mayoría del pueblo bávaro para el año 488 era pagano, pero con el tiempo y trabajo de los misioneros fueron convertidos al cristianismo.

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