Actualizado el 20 septiembre, 2023
La batalla de Verdún fue el conflicto bélico más largo que se hizo famoso dentro de las muchas batallas que se libraron durante la Primera Guerra Mundial por varias particularidades. En este post conocerás por qué se hizo notoria esta batalla, por qué se desató, en qué contexto se realizó, qué países participaron en ella y las consecuencias que la misma generó.
¿Cuáles fueron las causas de la Batalla de Verdún?
La batalla de Verdún, calificada como sangrienta por muchos historiadores, fue la mayor y más larga batalla conocida, que fue librada en la localidad de Verdún, Departamento del Mosa, en la región de Lorena, al nordeste de Francia, muy cerca de la frontera alemana.
Este poblado pequeño se halla sobre unas colinas y era un objetivo de interés para los alemanes, pues desde allí tendrían el acceso deseado hacia París. En virtud de su estratégica posición, en el año 1914 los franceses la fortificaron totalmente, en vista de las tensiones que se habían creado entre alemanes y franceses.
En esos parajes se escenificó la que fue considerada la más notoria contienda dentro del marco de la Primera Guerra Mundial por las inhumanas y cruentas luchas que se sucedieron, el armamento utilizado y por la cantidad de soldados fallecidos.
En esta batalla se implantaron nuevas estrategias de guerra, como fue la de la guerra de trincheras. La ciudad estaba muy bien protegida con varios fuertes y por el bosque local. La implementación de las trincheras marcó el inicio de esta nueva forma de hacer la guerra, a la que contribuyó un moderno sistema de fuertes, unidos bajo tierra por carriles y trenecillos.
También se aplicó la batalla de Verdún la estrategia del combate de desgaste, acosando poco a poco al contrincante hasta el cansancio y aislándolo hasta acabar con sus fuerzas para finalmente derrotarlo.
Esta batalla fue, asimismo, la segunda más sangrienta, después de la Batalla del Somme, en Francia, por la cantidad de victimas que dejó. Te puede interesar conocer sobre formas antiguas de guerra en Arawak.
El combate se llevó a cabo desde el 21 de febrero de 1916 hasta diciembre del mismo año con cruentos enfrentamientos de los ejércitos francés y alemán.
Durante estos diez meses se produjeron combates tan atroces en esta batalla de Verdún, que algunos historiadores la han denominado la “máquina de picar carne”. Conoce también sobre los Timotocuicas pueblo con tácticas de guerra.
Del mismo modo, insignes escritores como Paul Jankowski se han referido a ella diciendo que fue la más brutal de la Gran Guerra. Este escritor describe su inicio en su crónica “Verdún 1916” en La Esfera de los Libros, donde expresa: a las siete de la mañana del 21 de febrero de 1916 el suelo empezó a temblar en el Norte de Francia.
Veamos cuáles fueron las causas que llevaron a que se desatara este rudo y despiadado enfrentamiento entre estos colosos militares de la época de comienzos del siglo XX.
- En el año 1870 se inició el acorralamiento del sitio por los alemanes, lo que condujo unos diez años después a considerarlo el enclave esencial para imponer la nueva frontera que ellos querían en los límites franceses.
- Mucho tiempo después, a finales de 1915, los comandantes alemanes se enfocaron en esta incursión en Verdún, preparando a las tropas germanas de todo lo requerido para la invasión al norte de Francia.
- De lograr tomar la ciudad objetivo Verdún, se ejecutarían los planes de avanzada sobre París y podrían abrir otros frentes para asestar el golpe mortal a los franceses.
- La batalla de Verdún era parte del poderío que quería imponer Alemania en medio de la gran conflagración de la Primera Guerra Mundial en el cual se pretendía dominar el territorio francés utilizando diversas estrategias de guerra.
Entre ellas estaba evitar que los ejércitos aliados se comunicaran entre sí, para lo cual cortaron toda comunicación ferroviaria y bloquearon todas las vías de acceso hacia Verdún, que quedó aislada.
- Los alemanes idearon tácticas de asedio constante, aislamiento y bloqueo de suministros para una más rápida caída de los franceses.
- Los dirigentes del ejército francés advertidos de estos planes, buscaron reforzar la ciudad construyendo mejores defensas, aun cuando algunas fueron desestimadas por el comandante en jefe francés Joffre por ser muy alarmistas, según él.
- Los franceses se mantuvieron en posición por varios meses gracias a que tenían una línea de abastecimiento con camiones.
- Entre los planes alemanes estaban el invadir las reservas francesas para luego destruirlas y obligar a Francia a rendirse.
Como resultado de esta fatal contienda se contabilizaron alrededor de 700.000 muertos y unos 500.000 heridos, casi a partes iguales entre ambos bandos.
En el conflicto se emplearon armas letales como fueron el gas venenoso y el lanzallamas, que causaron las espantosas bajas.
La batalla se popularizó por el famoso grito que diera el comandante francés Robert Nivelle: ¡No pasarán!, frase que se convertiría en una llamada a la resistencia. En efecto, los alemanes no lograron pasar y tampoco consiguieron conquistar Verdún.
Contexto histórico
Los alemanes habían frenado su invasión a Francia en lo que fue la primera batalla del Marne en septiembre de 1914, lo que conllevó a la Batalla de Yser y a la primera de Ypres.
Para mantener el terreno que habían logrado ocupar ese año, construyeron varias fortificaciones en sus territorios fronterizos, mientras que los franceses comenzaron hacer asaltos en las batallas para acabar con las defensas alemanas y recobrar sus terrenos.
Entre 1914 y 1915, los enfrentamientos en el Frente Occidental no había sido lo suficientemente exitosos, al contrario, resultaron muy costosos por las bajas sufridas.
A fin de iniciar el ataque en Verdún a comienzos de febrero de 2016, el jefe de Estado Mayor alemán Erich von Falkenhayn propuso asignar solo cinco cuerpos de ejército de la reserva estratégica para esa contienda, únicamente para un combate en la orilla este del Río Mosa.
Para él resultaba inconcebible que los franceses fueran condescendientes con Verdún y pensó que enviarían todas sus reservas allí, de manera que ellos podían iniciar una contraofensiva en otro lado o pelear para no perder Verdún.
Las tácticas de Falkenhayn sobre los ataques fueron recopilados por la inteligencia militar holandesa y llevada a los británicos en diciembre. Por ello se supo de la estrategia alemana de crear una situación operativa sin un ataque masivo, confiando en el poder de su poderosa artillería.
Los alemanes estimaban que una ofensiva limitada en Verdún acabaría la reserva estratégica francesa en contraataques inútiles, así como la derrota de las reservas británicas en una ofensiva en vano que supuestamente serviría de alivio.
Ello impulsaría a que aceptaran pedir la paz de parte de los franceses. En caso de una negativa francesa, Alemania iniciaría la segunda fase de la estrategia.
En esta fase los ejércitos alemanes atacarían a los franco-británicos ya diezmados, eliminarían los restos de los ejércitos franceses y harían que se expulsaran a los británicos de Europa.
Para tal cometido, Falkenhayn consideró importante retener suficiente reserva estratégica para las ofensivas de socorro anglo-francesas y luego realizar una contraofensiva, empleando menos batallones.
La Región Fortificada de Verdún (RFV), planificada para la zona, estaba localizada en un espacio que se planteó como estratégico por Alemania para su invasión en 1914.
En ese entonces, el comandante en jefe del ejército francés, el general Joseph Joffre, había logrado capturar las fortalezas belgas en la batalla de Lieja y en el sitio de Namur en 1914, tomando las armas de asedio alemanas, menoscabando su poder.
Por órdenes del Estado Mayor del 5 de agosto de 1915, 54 baterías de artillería y 128.000 cartuchos de municiones de la RFV fueron enviados a otros frentes, se decidió demoler los fuertes Douaumont y Vaux y se colocaron 5.000 kg de explosivos para explotarlos al llegar los alemanes.
Verdún contaba, entonces, con 18 fortalezas grandes, menos de 300 cañones y una pequeña reserva de municiones.
En esa fecha, los alemanes habían destruido la línea ferroviaria desde el sur hacia Verdún durante la batalla de Flirey en 1914 y, luego, acabaron con la línea en Aubréville al oeste de Verdún vía París en 1915.
Preparación francesa
Los franceses habían retirado de los fuertes de la RFV 237 cañones y 647 toneladas de municiones en 1915, que se enviaron a otros frentes. Solo quedaron los cañones pesados de las torretas retráctiles.
Se cambió la RFV a una defensa lineal convencional, que solo contemplaba la construcción de trincheras y alambre de púas, luego de que salieron los materiales destinado al frente de la Segunda Batalla de Champaña que terminó en noviembre de 1915.
Se dio inicio en octubre de 1915, a la construcción de las líneas de trincheras conocidas como la primera, segunda y tercera posición. Más tarde, en enero de 1916, mediante la inspección que hiciera el general y jefe de Estado Mayor, Noël de Castelnau, en la Sede General de Francia (GQG), se aprobaron las nuevas defensas, exceptuando unas deficiencias menores en tres áreas.
Las guarniciones que quedaron en servicio debían reportar a la central militar en París, incluso la guarnición del Fuerte Douaumont, a pesar que iba a ser demolido.
Este Fuerte Douaumont era el más grande de la RFV, sin embargo, en febrero de 1916, solo quedaban allí los cañones de torreta de 75 mm y 155 mm y los ligeros que cubrían la zanja. Se había comenzado a utilizar el fuerte como el cuartel para los 68 técnicos bajo el mando del Oficial de la Orden, e guardián Chenot.
Se reportó que una de las torretas giratorias de 155 mm estaba parcialmente tripulada, pero la otra, no tenía personal. Además. las ametralladoras Hotchkiss habían sido llevadas en cajas a almacén y solo contaban con cuatro cañones de 75 mm menos de las casamatas.
Por otro lado, el puente levadizo que daba acceso se había atascado en la posición baja por el impacto de un obús alemán. No había tripulantes para los búnkeres en donde había cañones Hotchkiss o cañones rotativos accionados por manivela, para defender las fosas.
Orilla oeste del Mosa, 1916
Al final de enero de 1916, la inteligencia francesa había obtenido una evaluación precisa de cuál era la capacidad militar alemana y de sus planes para con Verdún.
Cuando se desató el ataque alemán, Joffre señaló que esperaba algo más contundente. Sin embargo, el 23 de enero ordenó al Cuerpo de ejército VII dirigirse a Verdún y disponerse a la defensa del flanco norte de la orilla oeste del Mosa.
Por su parte, el Cuerpo XXX se encargaría del lado este hacia al norte y noreste, mientras que el Cuerpo II defendería el flanco este hacia las colinas del río. Para estas operaciones se contaba con el general y comandante Frédéric-Georges Herr, que controlaba 8 1⁄2 divisiones en la línea frontal y 2 1⁄2 divisiones en la reserva cercana.
El general De Langle de Cary, por su lado, se encargaba de los Cuerpos I y XX con dos divisiones cada una en reserva.
En total, Joffre disponía de 25 divisiones en la reserva estratégica. Al entrar los refuerzos franceses de artillería, se llegó al total en Verdún de 388 cañones de campaña y 244 cañones pesados, contra 1.201 cañones pesados y extrapesados alemanes y más 202 morteros.
Los alemanes se desplazaron al sitio para que actuara el 5to ejército con ocho compañías especializadas en lanzallamas.
El 25 de febrero se reunieron Castelnau con De Langle de Cary, quien creía que era difícil resistir en la orilla este. Castelnau lo refutó y ordenó al general Herr, que se encargara de inmediato de la orilla este del Mosa.
Herr procedió con el envío de una división desde la orilla oeste y ordenó al Cuerpo del ejército XXX que vigilara la línea del poblado de Bras a Douaumont, Vaux y Eix.
Se anunció la toma del mando de la defensa de la RFV por parte del general y Jefe del Estado francés, Philippe Pétain junto con apoyo del coronel Maurice de Barescut como jefe de personal y el coronel Bernard Serrigny como jefe de operaciones. En ese momento se perdió el Fuerte Douaumont.
Pétain ordenó resguardar todas las fortalezas restantes de Verdún, para lo cual se conformaron cuatro grupos y el flanco oeste quedó bajo el control de los generales Guillaumat, Balfourier y Duchêne y en el otro, Bazelaire.
Seguidamente, se implantó la “línea de resistencia” en la orilla este de Souville a Thiaumont, desde el Fuerte Douaumont al Fuerte Vaux, en Moulainville.
Se constituyó, además, subrepticiamente una “línea de pánico” como línea de defensa final en el lado norte de Verdún. En ellas se incluía a los fuertes de Belleville, St. Michel y Moulainville. Los Cuerpos I y XX llegaron entre el 24 y el 26 de febrero, incrementándose el número de divisiones en la RFV a 14 1⁄2.
Los Cuerpos XIII, XXI, XIV y XXXIII habían alcanzado el total a 20 1⁄2 divisiones para el 6 de marzo.
Preparación alemana
Para esta batalla, los alemanes se organizaron de manera de poder alcanzar el objetivo de conquistar el sitio de Verdún, por varios motivos:
- Su estratégica posición sobre colinas que permitían una perfecta vigilancia del sector.
- Acceso directo hacia París, que sería la conquista más anhelada para lograr el triunfo en la Primera Guerra Mundial.
- Estaba a solos 20 km de la frontera con Alemania, lo que permitiría transportar rápidamente pertrechos de guerra, como municiones, provisiones y refuerzos directos de Alemania, según se fuera desarrollando el combate.
- Verdún era un sector bastante tranquilo del frente, por lo que no se requeriría traer cañones pesados y solo estaba guarnecida por tres divisiones, lo que los alemanes estimaron podían ser sometidas fácilmente.
Los alemanes planearon tener 10 divisiones para efectuar el ataque propiamente dicho. Éstas estarían resguardadas por baterías de infantería que utilizaban cañones de campaña de 77 mm. Estos cañones avanzarían con la infantería para dar un respaldo directo.
Incluyeron para su ataque el empleo de una nueva arma: el lanzallamas, que sería una de las que impulsaría el avance sobre el territorio enemigo.
Se planificó que, de requerirse, se podrían traer unos 1.400 cañones y armas enormes de 420 y 305 mm, anteriormente utilizadas para tomar los fuertes belgas.
Se preparó el despliegue de más de 500 lanzaminas, que disparaban un proyectil explosivo de 45,3 kg, mortal sobre cualquier trinchera. No faltaron las armas más ligeras, como los morteros de trinchera.
Toda esta ofensiva fue conocida como Operación Juicio (Gericht, en alemán), con lo cual se pretendía forzar a los franceses a una batalla de desgaste en condiciones desiguales.
Si se rendían, Francia perdería Verdún. Pero si se mantenían firmes y daban batalla, sus tropas se desangrarían y, finalmente, se verían obligado a pedir la paz. El ataque se planeó para el 10 de febrero, pero las malas condiciones ambientales la retrasaron hasta el 21.
Batalla de Verdún
Fue una batalla cruenta y prolongada en la que se implementaron varias estrategias de guerra que hicieron que esta lucha fuera el inicio de una nueva forma de hacer guerra.
La batalla se llevó a cabo cuatro etapas, que se resumen a continuación:
Primera etapa
Desde el 21 de febrero hasta el 1 de marzo
El ataque comenzó efectivamente el 21 de febrero a las 7:15 de la mañana con un bombardeo de artillería que duró 10 horas llevado a cabo por 808 cañones.
Se dispararon cerca de un millón de proyectiles en todo un frente de unos 30 km de largo por 5 km de ancho, concentrándose en la orilla derecha (este) del Río Mosa.
Hubo disparos de veintiséis cañones pesados, de largo alcance, de hasta 420 mm, contra los fuertes y la ciudad de Verdún.
A las 16:00 de ese día se efectuó un ataque a los Cuerpos de Ejército III, VII y XVIII y los alemanes dispararon por primera vez sus lanzallamas, facilitando el avance de las tropas de asalto para aniquilar a los defensores restantes.
No obstante, los supervivientes franceses pudieron atacar a los invasores, lo que produjo unas 600 bajas alemanas. No obstante, los alemanes lograron llegar el 22 de febrero a 5 km de Bois des Caures, en el borde de la aldea de Flabas.
En vista de la mala comunicación el Alto Mando francés se dio cuenta tarde de la gravedad de la situación, por lo que los alemanes lograron tomar el pueblo de Hautmont.
Pero las fuerzas francesas pudieron repeler a los alemanes que iban contra el pueblo de Bois de l’Herbebois. Fueron muchas bajas para los alemanes y los franceses pudieron retener unos pocos frentes. Hubo varias tomas de pueblos.
Los alemanes emplearon la infantería del Regimiento de Brandeburgo con los batallones II y III. Ello le permitió tomar posiciones francesas en el bosque y en Côte 347 y muchos prisioneros.
El 26 de febrero, los alemanes habían avanzado 3 km en un frente de 10 km, contabilizándose las pérdidas francesas en 24.000 hombres y las alemanas, en 25.000.
La llegada de refuerzos franceses aumentó la efectividad de la defensa, lo que hizo que los alemanes avanzaran poco, aparte del deshielo y el pantanoso terreno que dificultaban la marcha. Varios armamentos resultaron dañados y otros quedaron enterrados en el barro.
La infantería alemana comenzó a sufrir los estragos del agotamiento y su avance fue contenido en Douaumont, debido en parte a una fuerte nevada y a la defensa del 33er Regimiento de Infantería francés.
Estos retrasos dieron tiempo a los franceses de traer 90.000 hombres y 23.000 toneladas de municiones desde la estación de ferrocarril en Bar-le-Duc.
Segunda etapa
Desde el 6 de marzo hasta el 15 de abril
El jefe de Estado Mayor alemán Falkenhayn esperó, antes de atacar, a que la artillería francesa en la orilla oeste fuera reprimida por el fuego de la batería allí implantada, pero tal táctica falló.
Se implantó una fuerza de artillería alemana especializada para contrarrestar el fuego francés desde la orilla oeste, pero esto tampoco logró reducir las bajas que estaban sufriendo.
A finales de febrero, el 5to. Batallón del Ejército solicitó refuerzos, pero Falkenhayn no lo aprobó por el rápido avance que se estaba haciendo en el flanco este del Mosa y que las reservas francesas se estaban agotando. Pero sí se reforzó la artillería del grupo de asalto en la orilla oeste con 25 baterías de artillería pesada.
Después de asaltar el Bois des Corbeaux para luego perderlo en un contraataque francés, los alemanes lanzaron otro bombardeo a Mort-Homme el 9 de marzo desde Béthincourt al noroeste. Con estas acciones se concretaban los objetivos alemanes del primer día, tras una semana de ataque.
En vista del fuego de los franceses, los alemanes se fueron a Côte 265, lo que los obligó a implementar la segunda parte del ataque de la orilla oeste, para no perder lo que habían conquistado.
Hubo cambios de los ataques alemanes pasando de grandes operaciones en frentes amplios a ofensivas con objetivos limitados, pero los triunfos alemanes fueron a muy alto costo por las victimas e ocasionadas.
El 30 de marzo, llegó el refuerzo del Cuerpo de Reserva XXII y el General Max von Gallwitz se hizo cargo del ataque y ocuparon las aldeas de Malancourt, Haucourt y Béthincourt. En la orilla este, siguieron los ataques alemanes cerca de Vaux llegando a Bois Caillette y al ferrocarril Vaux-Fleury.
Sin embargo, la 5ta. División francesa logró repelerlos, obligando a los alemanes a desplegarse en un frente más amplio en las dos orillas con cinco divisiones. No obstante, las tropas francesas lograron aniquilarlos.
Mediante fuego masivo, la infantería alemana hizo pequeños avances, pero los franceses contraatacaron, sometiéndolos, aun cuando mantenían el terreno capturado.
A finales de marzo, el total de bajas de la batalla de Verdún alcanzó la cifra de 81.607 fallecidos, lo que hizo que Falkenhayn considerara terminar el ataque para que no se repitiera lo de la Primera Batalla de Ypres a fines de 1914.
Se requirieron más refuerzos en el 5to. Ejército, quienes enviaron un informe optimista que aseveraba que los franceses ya mostraban claras señales de agotamiento e incapacidad de librar una gran ofensiva.
Como respuesta de Falkenhayn informó el 4 de abril, que los franceses conservaban aún una reserva significativa y que los recursos alemanes eran limitados e insuficientes para reemplazar continuamente a los hombres y las municiones.
De continuar la ofensiva sin llegar a la orilla este de los altos del Mosa, Falkenhayn estaba dispuesto a aceptar que el ataque había fallado y lo terminaría.
Tercera etapa
Desde el 16 de abril hasta el 1 de julio
El fracaso de los ataques alemanes a principios de abril requirió de replanteamientos de parte de los distintos comandantes. La infantería alemana estuvo expuesta a un continuo fuego de artillería desde los flancos y la retaguardia.
Entretanto para los franceses resultaba difícil construir las posiciones defensivas, porque el terreno había sido barrido por los bombardeos alemanes al principio de la ofensiva.
Los alemanes también habían sido seriamente afectados por la artillería pesada francesa y por los bombardeos con gas, según lo señaló el general Berthold von Deimling, pero que debían seguir avanzando a posiciones defensivas más seguras.
Falkenhayn ordenó al 5to Ejército que usara las unidades de tormenta de los dos escuadrones de infantería y uno de ingenieros, armados con armas automáticas, granadas de mano, morteros de trinchera y lanzallamas, para avanzar frente al cuerpo principal de infantería.
En mayo, tomó el mando el generalísimo y comandante en Jefe del Ejército francés, Robert Georges Nivelle, del Segundo Ejército y ordenó al general Charles Mangin, comandante de la 5ta División, que planeara un contraataque en el Fuerte Douaumont.
Los preparativos para el ataque incluyeron excavación de 12 km de trincheras y construcción de un gran número de depósitos y almacenes, pero se avanzó poco debido a la escasez de mano de obra.
Del 17 de mayo al 21 de mayo, se efectuó el bombardeo preliminar francés con cuatro morteros de 370 mm y 300 cañones pesados, del cual resultó severamente dañado el fuerte.
Las franceses sabían de las pésimas condiciones de los alemanes en las cercanías, ya que l bombardeo destructivo francés había eliminado varias posiciones defensivas. Se interrumpió la comunicación con la retaguardia y se agotó la comida y el agua.
A pesar del fuego de armas pequeñas en Alemania y al final alrededor de la mitad del fuerte había sido recapturado. En mayo de 1916, se intensificaron los ataques alemanes y cambiaron de la orilla izquierda en Mort-Homme y Côte 304 a la orilla derecha, al sur de Fort Douaumont.
Los combates de esta batalla de Verdún siguieron bajo tierra hasta que la guarnición quedó sin agua y los 574 sobrevivientes se rindieron.
El 5to. Ejército sufrió 2.742 bajas en las cercanías de Fort Vaux, 381 hombres fueron asesinados, 2.170 heridos y 191 desaparecidos. Estos contraataques franceses fueron fracasos costosos.
Cuarta etapa
Desde el 1 de julio hasta el 17 de diciembre
A finales de mayo, se reportó un aumento de las bajas francesas en Verdún llegando a unas 185.000, mientras que las alemanas estaban en 200.000 hombres. El inicio de las hostilidades en la Batalla del Somme obligó a los alemanes a retirar parte de su artillería de Verdún.
El ejército alemán se dirigió a la captura del Fuerte Souville, que les daría control de las alturas que dominan Verdún. Efectuaron una ofensiva preliminar el 9 de julio para reducir la artillería francesa con más de 60.000 proyectiles de gas, pero fue poco efectivo, pues los franceses habían sido equipados con máscaras antigás.
Los sesenta artilleros franceses dispararon contra las tropas supervivientes, que emergieron del fuerte y tomaron posesión del mismo. Tras un pequeño contraataque francés, los sobrevivientes dejaron sus líneas de salida o se rindieron.
El 1 de agosto los alemanes lograron avanzar mediante un ataque sorpresa a 800–900 metros hacia el Fuerte Souville, haciendo que los franceses contraatacaran durante dos semanas, recuperando solo una pequeña cantidad del terreno.
El 29 de agosto, Falkenhayn fue reemplazado como Jefe del Estado Mayor General por Paul von Hindenburg y el Primer Intendente General Erich Ludendorff. El 3 de septiembre la línea francesa pudo ganar varios cientos de metros y volvieron a arremeter los días 9, 13 y del 15 al 17 de septiembre.
En octubre de 1916, se dio inicio a la primera batalla ofensiva de Verdún de parte de los franceses para rescatar el Fuerte Douaumont. La infantería avanzó 50 metros detrás de una artillería de campo, que llegó a 150 metros forzando a los alemanes y sus ametralladores mantenerse a cubierto.
Éstos habían evacuado parcialmente a Douaumont, que fue recuperado el 24 de octubre por infantes de marina franceses e infantería colonial con más de 6.000 prisioneros y quince cañones.
Se lograron varias capturas, tales como las canteras de Haudromont, Ouvrage de Thiaumont y Thiaumont Farm, el pueblo de Douaumont, el extremo norte de Caillette Wood, el estanque de Vaux, la franja oriental de Bois Fumin y la batería Damloup.
A la semana siguiente el Fuerte Vaux fue bombardeado por los franceses, logrando que los alemanes lo evacuaron, después de la gran explosión de un proyectil de 220 mm. La segunda batalla ofensiva de Verdún fue planificada y ejecutada por Pétain y Nivelle, comandada por Mangin después de un bombardeo de 1.169.000 proyectiles por seis días.
Se dirigió un último bombardeo francés desde aviones de observación de artillería, cayendo en trincheras, entradas de refugios subterráneos y puestos de observación. La defensa alemana se derrumbó con 13.500 victimas de los 21.000 en las cinco divisiones del frente. En Vacherauville y Louvemont, los franceses ingresaron, luego del dominio alemán desde febrero. L
Consecuencias de la Batalla de Verdún
Entre las consecuencias más relevantes que generó la batalla de Verdún podemos señalar las siguientes:
- El total de muertos de esta contienda resulta imposible señalar, en virtud de que hubo muchos soldados no pudieron ser identificados en ambos bandos. No obstante se ha calculado que murieron aproximadamente 370.000 soldados franceses y unos 350.000 alemanes.
También se reportó más de medio millón de heridos.
- Del lado alemán el ejército reportó la pérdida de muchos de sus líderes jóvenes de envergadura, lo que debilitó sus líneas de mando.
Asimismo, se produjo después el descenso paulatino de su ofensiva, lo que conllevó a la pérdida de todas sus posiciones y terminó siendo declarada perdedora de la Primera Guerra Mundial.
- La gran cantidad de muertos de la batalla que no pudieron ser identificados, tanto de un bando como del otro, debieron ser enterrados en el sitio de batalla, donde en la actualidad existe un memorial en honor a sus restos mortales.