Actualizado el 20 septiembre, 2023
Considerada una de las ofensivas más sangrientas de la historia, la batalla del Somme fue una de las contiendas más contundentes de la Primera Guerra Mundial, en virtud de los atroces resultados. Desde el mismo inicio de los ataques las pérdidas humanas fueron cuantiosas. Entérate aquí cuáles fueron las causas que la originaron, el marco histórico, qué países participaron, cuáles fueron las estrategias aplicadas por los bandos y qué consecuencias generó.
¿Cuáles fueron las causas de la Batalla del Somme?
La batalla del Somme se libró durante la Primera Guerra Mundial entre el 1 de julio y el 18 de noviembre de 1916, donde se enfrentaron los ejércitos británico y francés en contra del alemán por 141 días.
Fue la segunda batalla más larga de toda la Gran Guerra, que se desató en las inmediaciones del río Somme, cerca de la localidad de Picardía, Francia. También fue la más sangrienta por los encarnizados combates que se sucedieron donde no faltaron grandes actos de heroísmo de ambos bandos.
La batalla del Somme se llevó a cabo en las riberas del río Somme, de allí su nombre. El ejército francés estuvo comandado por el mariscal Joseph Joffre y el británico por el mariscal de campo Sir Douglas Haig.
Por su parte, las tropas alemanas estuvieron al mando del general Fritz von Below. En Arawak es posible ahondar sobre estrategias de guerra.
Los historiadores consideraron que los resultados, a corto plazo, no fueron favorables para ningún bando, pero que la batalla fue clave para la victoria de los aliados Francia e Inglaterra sobre Alemania en 1918, por la gran cantidad de bajas que ocasionaron a los alemanes.
Se estimó que las bajas británicas llegaron aproximadamente a 420.000 y las francesas a 205.000, mientras que los alemanes perdieron unos 465.000. Estas cifras dan cuenta de lo sangrientos de los enfrentamientos en Somme, de allí que se le catalogue como la más cruenta de toda la Primera Guerra Mundial.
Entre las causas que originaron este devastador encuentro están:
- Esta ofensiva fue la respuesta de los ejércitos francés y británico para frenar el avance de los ejércitos alemanes en la región occidental de Europa durante la Primera Guerra Mundial.
- Los aliados habían llegado a un acuerdo en la conferencia de Chantilly de 1915 para diseñar una estrategia conjunta de ataque a los alemanes en tres frentes en el flanco occidental defendido por Francia y el Reino Unido.
En dicho flanco están las áreas del Somme y Verdún donde se realizaron las más feroces batallas.
- Como parte de esta estrategia se buscaba debilitar al invasor lo suficiente como para que se retirara de la batalla de Verdún, lucha entre los mismos contrincantes que se libraba desde muchos meses antes.
Contexto histórico
La batalla de Verdún que se libraba desde febrero de 1916 en el norte de Francia se había prolongado mucho, tornándose cada vez más cruenta con muchas bajas para ambos contrincantes. Por tal motivo los aliados buscaron debilitar las fuerzas alemanas en ese sitio, abriendo un nuevo frente de batalla, de manera que los alemanes desviaran a éste parte de las tropas que atacaban Verdún.
Además, desde inicios del año, se había estado fraguando, por iniciativa británica, entre los aliados lanzar una gran ofensiva en toda la región occidental intentando con ello poner fin a la Primera Guerra Mundial.
Este conflicto estaba diezmando severamente a todos los países europeos involucrados.
Los británicos comenzaron, entonces, a partir del 24 de junio de 1916 un bombardeo preliminar contra los alemanes durante siete días, en cual se esperaba que las fuerzas comandadas por el mariscal Haig acabaran con las defensas alemanas y permitiera el avance de la infantería aliada.
Se dispararon más de un millón y medio de proyectiles, pero muchos eran defectuosos. Te recomendamos la lectura de Bávaros para conocer sobre sus batallas.
Los británicos creían que luego de este ataque los alemanes quedarían tan devastados, que los aliados podrían ocupar sus trincheras. Pero sobreestimaron el poder de fuego alemán. Después de este bombardeo, comenzó la batalla del Somme el 1 de julio de 1916.
A partir de allí se conformó un nuevo ejército reclutando voluntarios mediante una fuerte campaña de sensibilización que se llevara a cabo en Gran Bretaña, liderada por el Ministro de Guerra general Horatio Herbert Kitchener.
La zona del valle del río Somme surgió como escenario de guerra entre los planes aliados durante 1915, en vista de que allí se podría establecer el punto de ataque del frente occidental con una multi-ofensiva desde todos los frentes para aniquilar a los alemanes y austro-húngaros de manera definitiva.
En esos momentos lo que se proponía era sacarlos de las costas.
Estrategias en la Batalla del Somme
Cada uno de los bandos diseñó estrategias, tomando en cuenta los datos confidenciales que uno y otro habían logrado obtener subrepticiamente, que les garantizara el triunfo.
Estrategias británica y francesa
Entre los principales promotores de llevar a cabo esta ofensiva para recuperar los terrenos aliados ocupados por los alemanes estaban el comandante francés y mariscal Joseph Joffre, quien propuso que se llevara a cabo en la región del Somme, y el comandante inglés Haig, quien consideró tomar la propuesta de Joffre, aunque prefería un ataque en un lugar más despejado como Flandes, donde había más objetivos estratégicos.
También los aliados estaban a la espera de los refuerzos que el nuevo sistema ofrecería, y la llegada de tropas nuevas de todo el imperio. Asimismo, contaban con la llegada del nuevo armamento secreto que se introduciría como arma de guerra, cuyo nombre en clave era tanque.
Haig iniciaría el ataque en agosto; sin embargo, Joffre propuso que se hiciera en julio, ya que de los dos contingentes franceses que se habían prometido, tuvieron que ser reducidos a uno, porque la “máquina de picar carne” en que se había convertido Verdún, estaba haciendo estragos aniquilando muchos de sus hombres.
Asimismo, la idea inicial de armar 40 divisiones fue modificada a 16, por lo que el resto debían ser británicas. Sin embargo, a pesar de estos inconvenientes, se mantuvo llevar adelante la ofensiva, ya que era vital hacer algo contundente para acabar con los alemanes, así que Haig aceptó.
Se acordó, entonces, como fecha de inicio de la ofensiva el 1 de julio de 1916, y se conformó una fuerza que contemplaba 21 divisiones para la ofensiva inicial, con tres divisiones de infantería y cinco de caballería en reserva.
Para esta contienda los aliados acordaron que la ofensiva estuviera dirigida por el 4to. Ejército británico comandado por el teniente general Henry S. Rawlinson, quien junto con Haig, diseñaron el plan de ataque.
Emplearon para los bombardeos sorpresivos 1.400 cañones, que destruirían el alambre de púas, aplanarían las trincheras, matando a sus ocupantes. También excavaron 19 minas bajo puntos fuertes alemanes claves, que se llenaron de explosivos y que serían detonados justo antes del ataque.
Al norte el 3er. Ejército británico realizaría un ataque de distracción en la localidad de Gomercourt. Se planificó que las 16 divisiones de infantería británica y francesa tomaran sus objetivos con mínima oposición.
Establecieron que el ataque se iniciara a las 7:30 am, a plena luz del día, con la finalidad de que la artillería pudiera observar los objetivos de ataque. El alto mando alentó a todo su contingente a mantener la moral en alto, confiando en la victoria.
Un punto negativo en toda esta estrategia fue que muchas de las unidades organizadas para participar estaban formadas por reclutas de 1914 y ésta iba a ser la primera vez que se iba a enfrentar en un combate de envergadura.
Estrategias alemanas
Para la ocupación de la región circundante del río Somme, los alemanes habían instalado tres líneas defensivas formidables que le permitieron tener vigilancia de los campos aliados adyacentes, así como de protección de los terrenos que habían conquistado.
En dichos frentes defensivo los alemanes construyeron varias trincheras con las cuales defenderse de los franceses y británicos. Éstas les sirvieron para mantener posiciones permanentes en los sitios ocupados y cruzarlas era casi que imposible, pues era mortal para el que se arriesgara.
Las trincheras se organizaban en tres líneas bien definidas, que comprendían una trinchera de fuego, luego la de apoyo y, por último, la de reserva, todas coordinadas para actuar cuando el mariscal de campo lo ordenara.
Las trincheras se conectaban entre sí bajo tierra, llamadas las trincheras de comunicación, y así como con las posiciones de las ametralladoras y los puestos fortificados construidos en el área. Instalaron en frente de las trincheras gruesos cinturones de alambre de púas.
Cavaron también espacios a 10 metros de profundidad para proteger a las tropas del fuego de artillería. Se colocaron líneas telefónicas a 6 pies de profundidad, que permitían a las tropas en el frente comunicarse con las baterías de artillería durante el ataque.
Asimismo, como parte de sus objetivos estratégicos habían sido los primeros en ocupar las zonas más altas, que les proporcionaban mejor visibilidad y capacidad de vigilancia de todo el territorio circundante.
Igualmente, perfeccionaron las tácticas de enfrentamiento estático y de desgaste, así como de aislamiento, mediante las cuales iban sometiendo al enemigo lentamente hasta lograr su rendición.
Por otra parte, es conocido el apertrechamiento alemán con un potente armamento. Aparte de eso, las tropas en cada una de las línea de defensa estaban debidamente entrenados y la mayoría eran veteranos de combate.
Batalla del Somme
Fueron varios los eventos que se llevaron a cabo que formaron parte de la ofensiva del Somme, todos de gran relevancia para cada uno de los bandos en disputa. Veamos cuales son.
Llegada a Somme
La ofensiva en los alrededores del río Somme comenzó a las 07:30 am del 1 de julio de 1916. Participaron 13 divisiones británicas que se desplazaron desde el norte del Somme y por la parte sur del río se lanzaron 6 divisiones francesas.
En la mayoría de los lugares el bombardeo de la artillería no se había cortado el alambre de púas alemán como tampoco se habían destruido los refugios de los defensores.
Algunos altos mandos, no convencidos de que los inexpertos soldados de los nuevos ejércitos traídos por Kitchener pudieran hacer frente a tácticas sofisticadas, ordenaron a la infantería que avanzara en líneas largas y cerradas.
Las ametralladoras alemanas emergieron de sus refugios intactos y derribaron a la infantería británica que se aproximaba. El único éxito sustancial que pudieron alcanzar los británicos fue en el sur, donde aplicaron tácticas más imaginativas ayudados por la artillería francesa a su derecha inmediata.
Las 18va. y 30ma. Divisiones lograron capturar todos sus objetivos y la 7ma. División ocupó Mametz.
En Thiepval, la 36ª División tomó el reducto de Schwaben, pero se vio obligada a retirarse por no haber avance a su izquierda y derecha. En otros lugares, alguna infantería británica logró llegar a las posiciones alemanas, pero se vio obligada a retirarse ante una resistencia decidida y un gran volumen de fuego de artillería alemán.
Estas limitadas ganancias costaron 57.470 bajas británicas, de las cuales 19.240 fueron por asesinato, haciendo que el primer día del Somme fuera el más sangriento de la historia militar británica.
No obstante, no había ninguna posibilidad de suspender la ofensiva con los franceses aún muy comprometidos en Verdún.
Los británicos no lograron el rápido avance que su liderazgo militar había planeado y el Somme se convirtió en una batalla de desgaste en punto muerto.
Batalla de Bazentin
Fue uno de los varios episodios bélicos que conformaron las operaciones de la batalla del Somme. Tuvo lugar entre el 14 y el 17 de julio de 1916, cuatro días en la línea de frente establecida entre los pueblos franceses de Bazentin-le-Petit y Longueval.
En esa contienda combatirían las fuerzas británicas del 4to. Ejército, que lideraba el teniente general Henry Rawlinson contra las tropas alemanas por la ocupación primordialmente de la zona boscosa al norte de esta línea, conocida por los británicos como la posición High Wood.
Los resultados de los primeros días de ataque del Somme hizo que el alto mando diseñara enfrentamientos sorpresivos, como una nueva táctica de guerra.
Esta nueva táctica fue la que se implementó en la línea del frente entre las entonces localidades de Bazentin-le-Petit y Longueval, que conducirían a la ruptura de la segunda línea de defensa alemana y lograr, así, penetrarla.
Se efectuaron bombardeos preparativos por varios días, a la vez que se efectuaba en las primeras horas de la noche del día previo del ataque del 14 de julio la operación de concentración y despliegue de tropas.
Se llegó a posicionar unos 22.000 hombres en las proximidades de la línea alemana. Seguidamente, se desató por parte de la artillería británica un intenso bombardeo concentrado en los primeros 5 minutos en toda la línea del ataque.
Tal acción generó desconcierto y abandono de los puestos alemanes hacia sus refugios. Se enviaron de inmediato oleadas de infantes, que resultó exitosa, pues permitió la toma en pocas horas de las líneas objetivo y de las posiciones germanas de segunda línea hasta la localidad de Bazentin-le-Grand, ubicada detrás del bosque High Wood, donde aún había cierta resistencia alemana.
En virtud de este éxito inicial y de las varias posiciones enemigas que quedaron expuestas, que se podrían ocupar hacia Longueval, los británicos decidieron al amanecer emplear unidades de caballería en relevo de la infantería para ocupar más rápido esas posiciones en High Wood.
Sin embargo, la demora en el despliegue de la caballería fue aprovechado por los alemanes para reagruparse y apertrecharse con ametralladoras y en la tarde del 14 de julio, al producirse la carga de las unidades de lanceros indios, sucumbieron muchos de los jinetes por el fuego enemigo y el bombardeo artillero.
Aun cuando fueron muchas las bajas, el regimiento Deccan Horse pudo mantenerse en el High Wood. Ello permitió que en la noche del 15 de julio comenzar a asentar la línea de defensa británica frente al previsible contraataque de las tropas germanas ubicadas hacia la parte norte del bosque.
Sería una línea de fuerte defensiva que los británicos llamarían la Switch Line. Entonces, los británicos reorientaron el ataque hacia el norte en la localidad de Martinpuich, bordeando el High Wood.
De esta manera quedarían expuesto el flanco derecho al fuego alemán, que se había reforzado desde las posiciones en la línea del bosque.
Ello terminó por desbaratar el avance, luego de varios intentos británicos infructuosos de desalojar a los alemanes de esta parte del High Wood. Ante el avance de éstos, se ordenó la retirada de la caballería.
Toma del pueblo Pozières
La toma de la localidad de Pozières, hecho que aconteció entre el 23 de julio y el 3 de septiembre de 1916, fue otro evento destacado de la batalla del Somme.
Para los aliados esta población era imprescindible ocuparla, ya que desde allí se podría atacar las defensas alemanas del sector norte desde uno de los flancos; en vista de que no se había conseguido ningún progreso apreciable en el sector norte durante las primeras semanas de julio y de que las fuerzas aliadas no habían podido ocupar Ovillers.
Esta fue una costosa lucha que logró que los británicos se posicionaran de la parte norte y este del pueblo, desde donde podrían tener dominado el bastión alemán de Thiepval por la retaguardia. En esta lucha en Pozières se caracterizó por el gran esfuerzo desplegado por las tropas australianas.
Como una táctica de Haig, quien relevó al 4to. Ejército de la tarea de apoderarse de la plaza, ordenó a las fuerzas de reserva de Gough se encargaran de esta misión, junto con la ofensiva de tres divisiones australianas del 1er. Cuerpo de la ANZAC, procedentes de Oceanía.
El plan de Gough era que la 1era. División australiana atacara inmediatamente, pero el general de división Harold Walker se rehusó, pues consideraba que sus hombres necesitaban más preparación.
Se acordó, finalmente, efectuar el ataque la noche del 23 de julio junto con la ofensiva del 4to. Ejército. La decisión de Walker y el eficaz bombardeo de apoyo permitieron salir con éxito de la acción y ocupar efectivamente Pozières poco después de la media noche.
Pero fracasó la toma de la segunda línea alemana, aun cuando las tropas habían efectuado un gran trabajo, por lo que dos soldados australianos fueron condecorados con la Cruz Victoria. Los alemanes, tratando de recapturar el pueblo, iniciaron bombardeos masivos sobre el mismo en tres ocasiones, pero fueron rechazados en todas ellas.
El último intento ocurrió el 7 de agosto con otro bombardeo masivo, que permitió que los alemanes penetraran las defensas australianas, iniciando un sangriento combate cuerpo a cuerpo, del que salieron triunfantes los australianos.
Seguidamente Gough ordenó invadir el territorio enemigo en la cresta de Bazentin hasta llegar a la granja Mouquet, donde había un bastión alemán de defensa y amenazar con ocupar la fortaleza de Thiepval.
Sin embargo, esta decisión no fue muy exitosa, ya que las tropas estaban al descubierto y a medida que los australianos se adentraban en el terreno enemigo, eran diezmados desde todas las direcciones.
El 2do. Cuerpo británico pudo apoyar a los australianos, quienes lograron establecer una nueva línea justo al sur de la granja convertida en fortaleza, en la que se implementaron túneles, búnkeres y trincheras.
Hubo numerosos intentos de reconquista entre el 12 de agosto y el 3 de septiembre, todos infructuosos. Luego de ello, se sustituyeron a los exhaustos australianos por las fuerzas canadienses, que pudieron penetrar parcialmente en la granja el 16 de septiembre.
Días después retomaron el intento consiguiendo finalmente tomar la posición y, además, se rindió la guarnición alemana en Mouquet. Como resultado de las ofensivas en Pozières y Mouquet, las tres divisiones australianas tuvieron un total de 23.000 bajas.
Batalla de Flers-Courcelette
Se llevó a cabo entre el 15 y el 22 de septiembre de 1916 como parte de la batalla del Somme, en la cual combatieron el 6º Ejército francés junto al 4º Ejército y el Ejército de Reserva británicos contra el 1º Armada alemana.
Esta contienda tuvo un gran impacto en los acontecimientos que vendrían y que cambiarían la guerra para siempre ya que fue la primera vez que se utilizaron tanques en una batalla.
Fueron 49 tanques que apoyaron el ataque de la 41º División a Flers-Courcelette y solo bastaron que quince llegaran al área y tomaron parte en la batalla.
Estos ataques debilitaron la moral de las tropas alemanas en la zona, pues sus fusiles tenían poco impacto en estos vehículos blindados, así como tampoco el fuego de las ametralladoras, que antes había diezmado la artillería, pero que contra los tanques no tenían mayor efecto.
La ofensiva contra Flers-Courcelette permitió que los aliados avanzaran, capturando las aldeas de Flers, Courcelette y Martinpuich, así como también la población de High Wood, punto neurálgico de la batalla.
No obstante, el éxito de la incursión con tanques fue parcial, pues aun cuando amedrentaron a las tropas alemanas en Flers-Courcelette, no eran del todo confiables, aparte de que podían ser vulnerados por el fuego de artillería.
Sin embargo, impresionaron en gran medida al mariscal Haig, quien ordenó se fabricaran otros 1.000 a fin de ayudar a los aliados en el frente occidental.
Batalla de los altos de Ancre
Fue el último ataque que se llevó a cabo como parte de la batalla del Somme, el cual se produjo el 13 de noviembre de 1916 entre el 5to. Ejército británico, comandado por el teniente general Hubert Gough, y 1er. Ejército alemán.
La finalidad de la batalla tuvo un objetivo político más que militar, ya en los días siguientes se celebraría en Chantilly el encuentro de Gough con los mandos franceses y deseaba anunciarles una nueva victoria aliada.
La batalla tuvo como escenario las orillas del río Ancre, pequeño afluente del Somme. Una vez que se hubo celebrado este encuentro, terminó la batalla del Somme.
Consecuencias de la Batalla del Somme
Al finalizar la batalla, se contabilizaron como un millón de bajas totales, de los cuales 500.000 eran soldados del Imperio alemán y unos 450.000 para los aliados Francia y Gran Bretaña.
Estas cifras dan cuenta de lo cruenta de esta contienda, lo llevó a señalarla como la más sanguinaria de la historia de las fuerzas británicas, desde el mismo primer día de la ofensiva.
Éste resulta ser un triunfo parcial para la coalición franco-británica, ya que los aliados solo lograron frenar las intenciones de las fuerzas alemanas de ocupar todas estas áreas de Europa, pero no pudieron cumplir sus objetivos de avanzar hacia el norte para combatir y acabar definitivamente con las fuerzas alemanas.