Actualizado el 20 septiembre, 2023
En esta oportunidad le invitamos a conocer sobre la más importante biblioteca de la antigüedad, la Biblioteca de Alejandría acompáñenos y conozca su historia, su destrucción, el rescate del objetivo original de su creación, como es la nueva biblioteca, curiosidades y más.
Historia de la Biblioteca de Alejandría
El nombre de la biblioteca de Alejandría, surge de la ciudad en donde fue creada y la ciudad a su vez, obtiene el nombre de su emperador, el gran Alejandro Magno. Sin duda alguna podemos señalar a la biblioteca de Alejandría como la más afamada de las bibliotecas de la antigüedad.
Pero donde comienza su historia, desde hace más de 300 años antes de Cristo, sí, desde la fundación de una de las ciudades mejor planificadas de la antigüedad, Alejandro Magno fundó la ciudad de Alejandría, en Egipto. Alejandría se inicia de la nada, era en realidad una ciudad completamente nueva, para poder poblarla de intelectuales, prácticamente hubo que convencerlos con grandes incentivos para de la época, para que se mudaran hacia Alejandría.
Este tipo de invitaciones las realizaron los Ptolomeos, quienes habían tomado el control de la ciudad, luego de la muerte de Alejandro Magno. Recordemos que la dinastía Ptolomaica inicia con uno de los Generales de Alejandro Magno, Ptolomeo I Sóter y se mantuvo hasta el año 30 antes de Cristo.
Una de las primeras estrategias fue la creación del Museo por orden de Ptolomeo I, para la época un museo era un lugar religioso o templo, en donde se adoraban a las musas, quienes asistían a este tipo de lugares eran los poetas, escritores, científicos y eruditos, que además eran nombrados y podían ingresar al Museo de manera vitalicia.
Adicionalmente de pertenecer al selecto grupo, no pagaban impuestos y no pagaban por su vivienda o alojamiento. Como complemento a la creación de los Museos, así como incrementar el valor intelectual en la ciudad, los Ptolomeos fundaron la Biblioteca de Alejandría.
Para la época de Ptolomeo III existían en Alejandría dos bibliotecas, una se encontraba ubicada en el palacio y era exclusivamente utilizada por los miembros del Museo, mientras que la segunda, se encontraba ubicada en el santuario del Dios Serapis y las personas que la utilizaba debían afiliarse a la misma.
De esta manera la dinastía de los Ptolomeo comienza a adquirir libros de diferentes temas, era tanta la demanda que incluso se creó el puesto de trabajo de copista de obras antiguas. Los libros más antiguos eran mucho más costosos y había una razón para ello y es que los mismos tenían menos copias realizadas, por lo tanto, la probabilidad de que tuvieran errores disminuía, haciéndolos más valiosos.
Si se quiere se creó una industria del papiro en Egipto y de esta manera se crearon versiones de muchas obras en donde podemos resaltar las de Eurípides, Esquilo, entre otros. Con esta metodología de copias comienza almacenarse en las bibliotecas de Alejandría los papiros originales.
Sin duda, la Biblioteca de Alejandría, creada en la dinastía Ptolomaica, tenía el propósito de compilar todas las obras del ingenio humano, sin detenerse en una continuidad perenne para contener todas las épocas, de todos los países y para todo el mundo.
Existe un grabado que muestra el incendio que posiblemente destruyó parte de la Biblioteca en el año 47 antes de Cristo, sin duda una de las pérdidas culturales más importantes de la historia, lamentablemente para la humanidad no ha sido la única, ya que se han producido hechos, que han destruido importantes reservorios del conocimiento, como la quema de los libros en la toma de la ciudad de Constantinopla, en el año 1.024, entre otras, que llegan a nuestro siglo, como la biblioteca de Bagdad en el año 2.003.
Se dice que la biblioteca de Alejandría albergaba un número no determinado de libros pero superaban los cientos de miles. A partir de Alejandría, todas las grandes ciudades del Mediterráneo con nivel cultural albergar importantes bibliotecas, como por ejemplo la biblioteca de Celso, en Éfeso, la cual fue creada en el año 101 después de Cristo y logró contener más de 12 mil volúmenes.
Orígenes
Luego de la muerte de Alejandro Magno, comienza la lucha entre muchos para conseguir una parte del imperio, fueron creadas ciudades estados, para lograr un equilibrio al menos en Oriente Próximo, es por ello que surge Macedonia, el Imperio Seléucida y Ptolomaico que se convirtió en dinastía. Como ya hemos mencionado con anterioridad, Ptolomeo I Sóter inicia en la ciudad de Alejandría un centro cultural y de poder de todo Egipto.
No es cierto que la biblioteca de Alejandría fuera la primera, pero si llego a ser una de las más importantes y vamos a conocernos la razón. Ptolomeo I Sóter y su sucesor, Ptolomeo II Filadelfo, fueron en realidad los promotores de las instituciones culturales lágidas, bajo el nombre como es reconocida la dinastía de los Ptolomeos.
Bajo el mandato de los Ptolomeos, Alejandría se convirtió en la nueva Atenas y el trabajo se centro en desarrollarla como el centro intelectual y económico del mundo griego. Se realizó una inversión importante para crear una ciudad que fuera la capital del mundo antiguo. En ella debían vivir las mentes más brillantes y para ello, crearon estrategias que funcionaron, trayendo a la ciudad a los mejores intelectuales.
Ellos tenían todo para lograrlo, eran un imperio con mucho dinero, por lo que pudieron invertir en cultura y además Egipto era un gran productor de papiro, que era la materia prima para la escritura, estas dos condiciones fueron fundamentales, para lograr el objetivo. Los ofrecimientos de Ptolomeo I, dieron resultados y logró que a Alejandría llegaran las mentes más brillantes, en los que contaban sabios y científicos de diversas ramas como astronomía, medicina, geografía, filosofía, entre otras.
En primera instancia se creó el Museo para atraer a los intelectuales y posteriormente surge la necesidad de crear la Biblioteca, para poder suplir las necesidades de los grandes pensadores que se habían establecido en la ciudad. De esta manera inicia la creación de la Biblioteca de Alejandría.
Dinastía Ptolemaica
Luego de la muerte de Alejandro Magno, el poder es asumido en la ciudad de Alejandría por Ptolomeo I Sóter, quien era un general de Alejandro Magno. El Poder de Ptolomeo I Sóter inicio la dinastía que gobernó en el Antiguo Egipto durante el período helenístico hasta el año 30 antes de Cristo. Se le conoce como dinastía lágida, debido a que el padre de Ptolomeo tenía como nombre Lagos.
La capital del reino estaba en Alejandría, siendo un pequeño pueblo en sus inicios se transformó en el centro del comercio y de la cultura. Fundamentada en las costumbres egipcias era una sociedad enemiga de la dinastía Macedonia seléucida.
Fue Ptolome I el que creó el Museo como una atractiva estrategia para atraer a los intelectuales hacia Alejandría, además de ofrecer una buena paga y vivienda gratis, ante tan atractiva oferta, no se hizo esperar el éxito de la convocatoria, por lo que se hace necesario la creación de la biblioteca.
Los primeros espacios que sirvieron para que lo intelectuales, estudiosos, científicos, entre otros eruditos, se reunieran y discutieran, analizaran y estudiaran, se ubicaron en el propio palacio, se dice que inclusive acondicionaron espacios para que estas personas pudieran comer juntas.
Ptolomeo II hizo énfasis en adquirir información de los textos clásicos atenienses, logrando incluso tener en resguardo de la biblioteca de Alejandría, una importante cantidad de textos de Homero, logrando una de las colecciones más importantes de la historia antigua.
Existían diferentes maneras de obtener los documentos, unas eran honestas y otras no tanto. La intención de obtener la mayor cantidad de libros incluía requisar a las personas que llegaban a Alejandría y quitarles los libros, para que fueran copiados, posteriormente se les entregaban a sus dueños las copias y en la Biblioteca de Alejandría reposaban los originales. Para la época de Ptolomeo III había en Alejandría dos bibliotecas, sin embargo, estos espacios utilizados para ambas bibliotecas eran espacios del palacio.
La adquisición de libros e información que pudieran servir y cubrir las inquietudes de los estudiosos de Alejandría, costaría mucho dinero y esfuerzo, pero Egipto contaba con ello, para ese momento Egipto era un país rico, así que podía darse el lujo de enviar emisarios a todas partes del mundo, en la búsqueda de los documentos, para ir llenando los espacios de las bibliotecas con toda la información necesaria.
De esta manera la colección de documentos crecía de manera exorbitante en la biblioteca de Alejandría llegando a disponer de cientos de miles de documentos, pero no solo eran adquiridos por los emperadores en la Dinastía Ptolomaica, también se recibían obsequios, uno de los más importante fue la donación de textos procedentes de la Biblioteca de Pérgamo, obsequiados por Marco Antonio político y militar romano, colaborador de Julio César, quien se los entrego a Cleopatra.
También para la época, las victorias sobre las ciudades no solo traían el botín económico, el sabor de triunfo sino un enriquecimiento cultural, porque las ciudades todas no solo Alejandría, en la medida de sus posibilidades, también tenían interés por la cultura, logrando entonces nuevos volúmenes, que en la mayoría de estos casos eran fruto del saqueo, a sus respectivas bibliotecas.
Existían personajes como Aristóteles que tenían unas bibliotecas que llegó hacer más grande e importante que una biblioteca estatal de cualquier ciudad estado. Era una cualidad de las ciudades helénicas promover la cultura y las ciencias en su población, tanto era así, que este objetivo prevalecía sobre las condiciones de rivalidad y es por ello, que las ciudades de la antigua Grecia, lograron tener unión.
Durante el reinado de Ptolomeo V se realizó la publicación del decreto sobre los tres tipos de escritura en el año 197 antes de Cristo, conocido hoy con el nombre de la Piedra de Rosetta. Como sabemos su última gobernante fue Cleopatra VII, con su muerte y la de su hijo Ptolomeo XV, terminó la dinastía y Egipto paso a ser parte del Imperio romano.
Problemas en los siglos III Y IV
Como hemos indicado la biblioteca surge como una necesidad posterior a la creación del Museo y llegada a Alejandría de los intelectuales, la primera biblioteca adquirió una gran colección, tan grande y nutrida, que se vieron en la necesidad de crear un espacio adicional para seguir almacenado la cantidad de información, que se obtenía por diferentes medios.
Se dice que la segunda biblioteca la creó Ptolomeo III entre los años 246 y 221 antes de Cristo. En sitio seleccionado para su construcción fue la colina del Racotis, hoy en día este lugar es conocido bajo el nombre de Karmus. Ambas bibliotecas eran ampliamente reconocidas en el mundo, Alejandría siempre era visitada para tener acceso a todo el conocimiento que se resguardaba en estos increíbles recintos.
Se dice que se crearon unas especies de tuberías para mantener los espacios libres de la humedad y no se dañaran lo papiros que en ella se resguardaban, lo que nos indica que las bibliotecas eran realmente importantes y su contenido cuidado con recelo por sus emperadores.
Pareciera increíble que toda una dinastía, tuviera sin equívoco un muy claro objetivo, como era la permanencia y crecimiento de las bibliotecas de Alejandría, ya que todos los emperadores, tuvieron en cuenta su cuidado, su mantenimiento y crecimiento de la colección.
Tras la disputa entre Julio César y las naves egipcias, fue que se propicio el incendio de parte de la ciudad, se perdió mucho de la primera biblioteca, posteriormente es que Marco Antonio obsequia al menos 200 ejemplares de la biblioteca de Pérgamo, lo cuales eran propiedad de la biblioteca del rey Attalo.
Este obsequio es recibido por Cleopatra como una manera de compensar las pérdidas provocadas por Julio César, no olvidemos que Marco Antonio era un militar de Julio César, pero tampoco es un secreto que estaba locamente enamorado de Cleopatra.
Lamentablemente la segunda biblioteca corrió la misma suerte de la primera, hoy en día se desconoce la cantidad de información que reposaban en ambas bibliotecas, es muy probable que la humanidad fuera otra hoy en día de contar con ella. En el siglo III después de Cristo, el emperador romano Diocleciano quien nació en el seno de una familia iliria de bajo estatus social, logro crecer en la jerarquía militar hasta convertirse en el comandante y luego en emperador.
Cuentan que este emperador era extremadamente supersticioso y dio la orden de destruir todos los libros relacionados con la alquimia. En el año 391, es atacada la biblioteca por el patriarca de Alejandría Teófilo y el Serapeo fue demolido y en su lugar se edificó un templo cristiano. En el año 416 fueron avistada las ruinas de la ciudad y de la biblioteca por el teólogo Orosio un hispanorromano, los hallazgos arqueológicos hablan de la violencia desatada en el lugar.
Para el siglo IV se encontraba el imperio romano en declive y ganaba terreno el cristianismo, sin embargo, la existencia de eruditos para la época era inevitable, se hace conocida para ese momento la hija de Teón de Alejandría un astrónomo y matemático, llamada Hipatia, esta increíble mujer de la época era astrónoma, filósofa y matemática.
También se dedicó a la enseñanza y no tenía distinción entre paganos y cristianos, es por ello que en el grupo de alumnos podemos nombrar a Obispos como Sinesio de Cirene o a políticos como Orestes y Hesiquio de Alejandría. Se dice que esta maravillosa mujer falleció a manos de los cristianos, sin embargo, es una historia que aun genera controversias.
Sinesio era uno de los mejores alumnos de Hipatia y en sus escritos señala que Hipatia compartía el pensamiento de que la astronomía era un paso para acercarse a algo más elevado como es la filosofía y la teología y ese pensamiento se mantiene hasta la ciencia moderna. Ya para el siglo VI los persas terminaron de destruir lo que quedaba de la ciudad, aunque algunos defensores, dicen que a su llegada en realidad ya no había nada que destruir.
Su destrucción
Fueron muchos años de victorias y crecimiento en la gran ciudad de Alejandría, pero como hemos comentado existían diferencias y luchas y Alejandría no escapaba de ello, así que comenzó un periodo de decadencia en el año 48 antes de Cristo, es cuando se sucede la batalla entre Julio César y se produce el primer incendio de la ciudad en el que se ve afectada la primera biblioteca de Alejandría.
El ataque tenía como finalidad quemar los barcos de Cleopatra, quien era hija de Ptolomeo XII, sin embargo, el incendio se hizo incontrolable, destruyendo buena parte de la ciudad. En compensación al daño realizado para el año 31 antes de Cristo, Cleopatra recibe el obsequio por parte de Marco Antonio de los libros de la biblioteca de Pérgamo, los cuales son colocados en la segunda biblioteca de Alejandría. Para el año 30 antes de Cristo Egipto es conquistado por Roma, los emperadores lograron mantener en funcionamiento la biblioteca de Alejandría.
Para el año 270 después de Cristo, se produjo la batalla para detener la insurrección del reino de Palmira, en esta oportunidad fue arrasado el palacio, recordemos que la primera biblioteca de Alejandría, se encontraba en el palacio, por ello, se supone que en esta batalla la misma también fue arrasada. Sin embargo, se considera que el verdadero fin de la era escolástica de Alejandría, termina con el asesinato de Hipatía, de quien se dice fue asesinada por los cristianos, fue ella la última directora de esta grandiosa biblioteca.
Esta es la historia a grandes rasgos de la destrucción de una de las bibliotecas más grandes de la antigüedad, sin embargo, existen tantas versiones y mitos alrededor de los sucesos, que no podemos dar la palabra de la fidelidad en la secuencia de lo ocurrido.
Reconstrucción en el siglo XX
Entonces es oportuno preguntarse, si para la antigüedad era tan importante las ciencias, la filosofía y todo lo que estuviera asociado al saber, al punto de matar o robar para obtenerlo, de entregar beneficios para atraer a los eruditos del mundo, porque para esta moderna sociedad no sería realmente importante, teniendo tan modernas herramientas y relaciones amistosas entre los países del mundo.
Así que para el año 1987 surge un gran proyecto cultural promocionado por la UNESCO para reconstruir la Biblioteca de Alejandría en la propia ciudad de Alejandría y de esta manera traer de nuevo a la vida una idea que nació en la Antigüedad y que hoy puede convertirse en patrimonio de la Humanidad.
Más de un milenio y medio después se lleva a cabo este gigantesco proyecto para el cual se han tenido que unir esfuerzos económicos de varios países de distintos continentes, con la intervención por supuesto del gobierno de Egipto y la UNESCO.
La inversión para ese momento estaba estimada en 230 millones de euros, la construcción de la nueva biblioteca de Alejandría inició en el año 1995 y terminó un año después, sin embargo, la inversión total fue de 1.500 millones euros y concluyó totalmente en el año 2.002.
El terreno seleccionado para su construcción se encuentra muy cercano al lugar donde se encontraba la primera biblioteca de Alejandría. Se encuentra ubicado en el malecón de Alejandría, a pocos metros del lugar donde se supone se encontraba la antigua biblioteca, cuenta con una superficie de 36.770 metros cuadrados y una altura de 33 metros.
El diseño de la nueva biblioteca de Alejandría estuvo a cargo de Snohetta un arquitecto noruego, quien propuso una estructura en forma de cilindro, construido en cemento, cristal y granito. Dentro de las características resaltantes de la edificación se encuentran sus 11 pisos, de los cuales 4 están ubicados por debajo de la superficie.
La fachada muestra en bajorrelieve caligráfico donde se encuentran la mayoría de las lenguas que se hablan en el mundo, haciendo de este increíble detalle un edificio en el que nos podemos sentir identificados todos. El edificio contempla en el diseño una sala egipcia, la cual es sostenida por dos columnas elaboradas con madera y hormigón, que se encuentra ubicada en el centro del edificio y en la que pueden estar leyendo cómodamente dos mil personas.
El diseño atiende detalles importantes de la cultura, como es su cubierta, la cual es un homenaje al Dios del Sol, la misma permite el ingreso de luz natural al recinto y cuando es vista desde el Mediterráneo, ilumina como el famoso Faro de Alejandría, debido a la inclinación dada, para obtener este efecto.
Esta construido para albergar al menos 20 millones de ejemplares, hasta la fecha la mayor parte de los libros que se encuentran han sido donados, hay manuscritos, mapas, libros únicos, material multimedia en audio y visual y solo se encuentra hasta la fecha ocupado un 1 % del espacio.
Existen dos edificios que dependen de la nueva biblioteca de Alejandría, como son el museo de Ciencias, de Caligrafía y de Arqueología y el Laboratorio de restauración. También existe una biblioteca para niños y personas con capacidades disminuidas de visión y movilidad, así como una moderna imprenta. Tal como en la antigüedad la biblioteca es responsabilidad directa en este tiempo del Presidente de Egipto, como antes era del Emperador.
Colección literaria de la Biblioteca de Alejandría
Es oportuno recapitular sobre la profunda transformación que supuso para el mundo griego y las ciudades estados del Mediterráneo la llegada de Alejandro Magno y la construcción de Alejandría. Desde el lugar elegido para su establecimiento, su planificación urbanística, la arquitectura, sus bibliotecas y más, muestran que fue una ciudad concebida para ser un gran imperio.
La biblioteca de Alejandría llego definitivamente a ser la más grande de la antigüedad, imaginamos que la disposición en la que eran resguardados los pairos, era realmente impresionante para todo aquel que tenía acceso a este recinto y por ello se manejan cifras enormes de la cantidad de documentos, que se encontraban en la biblioteca de Alejandría.
En las literaturas en donde hacen referencia a la cantidad de documentos que existían en la biblioteca, hablan en symmigeis, lo que significa “mezcla”, por lo que sugiere que los pairos se encontraban enrollados y contenían más de una obra, lo que haría suponer un mayor número. Sin embargo, es importante reseñar que cuando se habla de documento, no se refieren a una obra completa, una sola obra podía estar conformada por un número importante de rollos.
Existen reseñas escritas que permiten conocer sobre los documentos que se encontraban en la colección de la biblioteca de Alejandría, en donde podemos destacar la colección de los libros de la biblioteca de Theophastros, quien fue discípulo de Aristóteles. En otros escritos podemos identificar que en la biblioteca de Alejandría se encontraba los escritos originales del legislador Licurgo en las que se reseñan las tragedias de Sófocles, Eurípides y Esquilo.
La mayoría de los rollos que se encontraban en la biblioteca de Alejandría se encontraban escritos en griego, el comentario se fundamenta en la carta de Aristeas, en donde se indica que en la biblioteca de Alejandría, se encontraban libros sagrados del pueblo judío, que habían sido traducidos al griego.
El imperio Ptolomeo no se conformó con la recolección de documentos, sino que promovió la creación del conocimiento, es por ello, que en la época se lograron avances impresionantes que aún hoy en día, sorprenden como por ejemplo el cálculo del tamaño de la Tierra, con una precisión que deja sin aliento a cualquiera, lograda por Eratóstenes.
Por su parte Hiparco un extraordinario astrónomo anticipó que las estrellas nacen y que además se desplazan lentamente durante siglos y luego mueren. Euclides creó un texto de geometría que fue utilizado por veintitrés siglos y que además sirvió de inspiración a los grandes científicos del siglo XIX, como Newton y Einstein.
Galeno escribió obras básicas sobre el arte de curar y la anatomía y las mismas fueron la base de la medicina hasta el Renacimiento. Ahora solo imaginen la cantidad y la calidad de la información que albergaba la Biblioteca de Alejandría, es definitivamente para pensar que la humanidad sería distinta a como la conocemos hoy en día, sería muy posiblemente más avanzada.
Curiosidades
Una de las primeras anécdotas comprobadas que surgen de la Biblioteca de Alejandría es la traducción del libro de la ley judía, se dice en función a ello que esta fue la primera traducción realizada. Esta historia se sustenta en el libro de Cartas de Aristeas, en el que se encuentra un compendio de cartas enviadas a su hermano Filócrates, se calcula que las mismas fueron escritas entre los años 127 antes de Cristo y 118 antes de Cristo.
En una de las cartas narran un hecho histórico en donde el bibliotecario Demetrio solicita al rey Ptolomeo II quien gobernó entre los años 285 y 247 antes de Cristo, que a través de medios diplomáticos hiciera traer desde Jerusalén el libro de la ley judía y que enviaran a Alejandría a unos cuantos traductores. La finalidad era traducir al griego los cinco volúmenes del texto hebreo del Torá, el cual luego de la traducción fue llamado Pentateuco, en griego.
Fueron enviados a Alejandría 72 sabios traductores quienes se ubicaron en la isla de Faros y en 72 días realizaron la traducción a la que llamaron la Septuaginta o Biblia de los Setenta. También se conoce que la adquisición de los manuscritos de Esquilo llegaron a Alejandría para ser copiados y para ello, se dejo una enorme suma de dinero, ese era el trato para poder llevarse a Alejandría los valiosos documentos, sin embargo, fueron devueltos a los atenienses las copias, Alejandría prefirió perder el dinero y quedarse con los originales.
La biblioteca personal del filósofo Aristóteles, se custodiaban en la biblioteca de Alejandría. Todas las copias eran realizadas en papiros y Egipto era el mayor productor de este material, el cual era exportado a otras ciudades estados. Los papiros nunca eran doblados, siempre eran enrollados. Las obras que llevan varios papiros eran unidas y enrolladas sobre un bastón. Existían normas para el copiado de los documentos y escritura de los mismos, por lo que podemos decir que fueron las primeras normas APA de la humanidad.
Los escribas siempre escribían por un sólo lado del papiro y el lápiz de la época era un trozo de caña afilada. Existía un orden para clasificar los textos, los cuales eran colocados en estantes por materias y luego agregaron el orden alfabético por autor.
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