Batalla de Alesia, República romana contra pueblos galos

Actualizado el 20 septiembre, 2023

La Batalla de Alesia fue un enfrentamiento entre los miembros de la República romana comandados por el procónsul Cayo Julio César contra los pueblos galos. En el artículo de hoy expondremos todo acerca de esta lucha y las consecuencias que trajo consigo para ambos ambos.

batalla de Alesia

¿Cuáles fueron las causas de la Batalla de Alesia?

El Cayo Julio césar fue elegido como el cónsul de Roma en el año 59 a.C. Luego de haber concluido con su periodo en el consulado, por medio de sus contactos y su posición política logró conseguir que el pueblo lo nombrara como el gobernador de la Galia Cisalpina, Transalpina y de Iliria.

El mismo aprovechó la situación de migración de los helvecios y la molestia que le ocasionaba a los aliados galos de Roma para introducir sus fuerzas militares en Galia. A partir de este momento, durante un periodo de tiempo de 5 años Julio César pudo someter a muchas tribus de forma temporal.

Llegando al final del año 54 a.C. Julio César se vio en la tarea de mandar a sus soldados a varios cuarteles de invierno en todo el nordeste de Calia, la misión era obligar a las tribus a entregarle sus provisiones, lo que trajo como resultado una rebelión. En el transcurso del siguiente año, Julio César continuo con el reclutamiento de fuerzas adicionales, así como incitando la intimidación en las tribus galas y ocupándose de los germanos.

En el año 52 a.C. Julio César que estaba comandando las Legiones Romanas, se enfrentó con una fuerza militar de aproximadamente 45.000 hombres contra Vercingétorix, quien era el jefe de los arvenos con un ejército de al menos 70.000 hombres. La intención de este comandante era destruir las fuerzas que había enviado Vercingétorix contra los romanos.

El resultado final de la Batalla de Alesia fue la victoria por parte de Julio César. Este enfrentamiento se es conocido por su destacada ingeniería militar al hacer operaciones de asedio, así como llevando a cabo construcciones de líneas de fortificaciones. Adicional a esto, también se requirió de la disciplina romana para así derrotar al vasto ejército galo.

¿Quiénes se enfrentaron en la Batalla de Alesia?

Durante el enfrentamiento de Alesia, los cuerpos militares que se enfrentaron fueron: La República Romana comandada por Julio César y los pueblos galos. En siguientes apartados expondremos a detalle la manera en la que estaban formados estos bandos.

República romana

El ejército de la República romana era comandado por Julio César y sus legados: Tito Labieno, Marco Antonio y Cayo Trebonio, estando formado por diez a once legiones romanas. De los legados, el más resaltante es Labieno, el segundo al mando y el único en poseer el poder de pretor.​ Julio César lo nombró al inicio de su campaña por su amplia experiencia en el campo militar, por lo que llegó a dirigir grandes cuerpos independientes.

El grupo de los Legionarios estaba constituido por voluntarios reclutados en la península itálica, sin embargo, César le concedió la entrada al ejército militar a personas provenientes de Galia Cisalpina, por lo general, se les considera menos romanos, por lo que debían demostrar su fidelidad.​

batalla de Alesia

La infantería pesada era el centro del cuerpo militar, aunque también, tenían la colaboración de las tropas auxiliares que servían de acuerdo a su especialidad: caballería ligera númida, caballería pesada germánica y tracia, honderos baleares y ligures, arqueros cretenses e infantes ligeros​ y jinetes celtas. En un mismo sentido, a mediados del siglo I a. C. la caballería se redujo de diez infantes por cada jinete a sólo siete.

De una misma manera, el cuerpo militar de Roma debía ser seguido por un auténtico ”segundo ejército siguiendo su estela para comerciar”, en este otro grupo se podían encontrar a los: vendedores de caballos o telas, herreros, joyeros, adivinos, músicos, actores, malabaristas, alcahuetes, meretrices, prostitutas y otros deseosos de fortuna.

Durante un segundo enfrentamiento, el ejército estaba conformado por unos 3.000 infantes pesados, 1200 ligeros y 300 jinetes.​ A causa de las reformas marianas estas distinciones fueron eliminadas y el armamento se estandarizó, no obstante, la cifra de la caballería pesada se mantuvo, mientras que la infantería pesada aumentó 4.000 a 5.000, o incluso 6.000 soldados.

​Los infantes romanos ligeramente armados (vélites) se reemplazaron por contingente de auxiliares extranjeros. Una vez que terminó la guerra civil, las legiones cesarianas pasaron a tener 3.000 legionarios.​ Igualmente, era muy común que la República romana estuviera constituida también por elefantes de guerra y artillería como balistas, onagros y escorpiones, todos ellos eran dirigidos por una decena de hombres, aunque, se empleaba con mayor frecuencia para la defensa de campamentos, cruce de ríos o asedios.

batalla de Alesia

Dentro de las legiones también estaba incluido el civil administrativo, músicos militares, ingenieros y especialistas médicos. Igualmente, en ellas había un contingente servil conocido como calones, que se encargaban de la manutención y transporte del material de los legionarios, eran de cocineros a mozos de cuadra. Finalmente, estaban los proveedores y conductores de animales de carga denominados muliones.

Pueblos galos

Por otro lado, el cuerpo militar de los pueblos galos comandados por Vercingétorix incluía, según decía Julio César, 80.000 guerreros de infantería​ y 15.000 jinetes​ después de Gergovia. Asimismo, se hace mención que luego de la fuga de su caballería, el número total fue de 80.000 guerreros dentro de la fortaleza.​ De acuerdo a lo expuesto por Floro, la guarnición de Alesia sumaba 250.000 hombres (40.000 la de Avárico y 80.000 la de Gergovia)​, mientras que Plutarco comentaba que eran 170.000.

Dodge alegaba que los 80.000 era el total del ejército y que los infantes eran 65.000. Richard Gabriel pensaba que la caballería del cuerpo militar de galos era de 10.000 a 15.000 montados.​ Durante la Batalla de Alesia, este ejército se posicionó en el lado oriente de la villa luego de haber hecho una zanja y erigir una pared de seis pies (poco más de dos metros) de alto como protección.

Esto era de esta forma, puesto que algunas de las tropas se encontraban acampando en el centro de la ciudad, gran parte de este grupo le localizaba en la parte de afuera. No obstante, según algunos estudios arqueológicos revelaron que la meseta no poseía el tamaño suficiente para poder abarcar a un ejército tan grande más personal auxiliar y civiles.

Otro punto que iba en contra de las cifras fue dado por Delbrück, según lo que presentó, de ser verdad Vercingétorix  tuvo que haber dejado una fuerte reserva en Alesia y enviar unos 60.000 guerreros a un ataque masivo al momento en que los romanos elaboraban sus trincheras, lo que les impediría realizar el trabajo.  De esta manera, la guarnición no sería mayor a 20.000 guerreros y sus refuerzos los 50.000.

El arqueólogo francés François Lenormant por su lado, alegaba que las cifras dadas por Julio César eran las correctas. Esta afirmación se basa en los estudios de las runas de Alesia, así como el cálculo del espacio requerido para poder albergar a cada guerrero de a pie o montado más sus suministros. También hizo el cálculo del oppidum, el cual no podía ser mayor de veinte mil habitantes, por lo que no podría haber más de treinta mil infantes.

Por medio del mismo procedimiento, con el espacio ubicado en la ladera oriental del monte Auxois, donde estaba el resto del ejército galo, Lenormant postula que Vercingétorix solo podía tener en ese lugar a 50.000 combatientes de infantería y 10.000 de caballería.

Contexto histórico

Ya habiendo hablado acerca de los grupos militares que se enfrentaron en la Batalla de Alesia, nos parece pertinente hacer un espacio para exponer el contexto histórico en el que tuvo lugar este conflicto, siendo importantes dos momentos: la conquista de Galia y su rebelión.

Conquista de Galia

La conquista de la Galia allende los Alpes tuvo sus inicios con los enfrentamientos de los cónsules Cneo Domicio Enobarbo en 122 a. C. y Quinto Fabio Máximo en 121 a. C. A partir de estas batallas, pasó a convertirse en la colonia griega de Massalia en foederati de la República​, luego obtuvieron la victoria sobre los alóbroges y arvernos​ con apenas 30.000 soldados.

Según la información romana que se tiene, se afirma que durante la batalla decisiva con los segundos, cruzando el puente del Ródano,​ las legiones perdieron 15 efectivos mientras que los arvernos 120.000,​ 130.000​ o 150.000 de sus 180.000​ a 200.000​ guerreros. Luego de este acontecimiento, los alóbroges también se rindieron.

El rey arverno Bituito se presentó en el triunfo de Fabio.​ Su hijo, Congonetiaco, lo enviaron como rehén a Roma.​ El mismo, luego de su victoria fue condecorado con el cognomen ex virtute de Alobrógico.​ De esta forma, nació la provincia de la Galia Transalpina, que se utilizó como el centro de las conquistas posteriores.

Después de acabar su consulado​ y gracias a lo pactado en el Primer Triunvirato, Cayo Julio César recibió el gobierno de las provincias de la Transalpina e Iliria, a las que unió también con Galia Cisalpina luego del fallecimiento de su gobernador, Quinto Cecilio Metelo Céler.​ Para continuar con la escalada en la política de la República, César requería de oro y victorias militares, cuando pudo asumir el poder vio la oportunidad.

Bajo el pretexto de impedir la migración de los helvecios hacia el oeste, comenzó a involucrarse en los asuntos internos de las tribus.​ Tras haber derrotado a los helvecios,​ continúo con la Galia Bélgica, Armórica y Aquitania. De una misma manera, batalló contra los pueblos germánicos, obteniendo la derrota de Ariovisto en el 58 a. C.​ Asimismo, fue el primer romano en cruzar el Rin, y el primero en explorar Britania.

En todas las campañas, Julio César utilizó la agresividad, velocidad y riesgo para poder acabar con sus enemigos, lo cual también durante la Batalla de Alesia. Gracias a estas estrategias de ataque, logró compensar su principal debilidad: la inferioridad numérica. Igualmente, destacó por ser un excelente motivador que sabía animar a sus hombres para dar lo mejor sin importar las circunstancias.

Esto se unía a que guiaba a un ejército profesional nacido de las reformas de Cayo Mario​ cuyas cifras podían superar sin dificultar a los celtas, que daban más importancia al aspecto individual,​ y tenían por columna vertebral a los rigurosos y valientes centuriones.​ Los legionarios por su lado, eran entrenados para pensar y actuar por iniciativa propia si así se necesitaba, para obedecer las ordenes de su comandante.

El último aspecto importante acerca de la República romana era su diplomacia. Los integrantes de esta civilización supieron como explotar los conflictos tribales para reclutar aliados y vencer a sus enemigos uno por uno. Mientras que los pueblos galos estaban divididos en doscientas o trescientas tribus.

La rebelión

Sin embargo, aunque los ejércitos romanos obtuvieran la victoria, esto no significaría subyugación de un pueblo molesto por la ocupación. Durante la temporada de invierno del año 54 a 53 a. C., en Aduátuca, actual Tongres, unas 15 cohortes de la XIII legión enviadas por los legados Quinto Titurio Sabino y Lucio Aurunculeyo Cota, fueron atrapadas por los eburones de Ambiórix.

La mayoría de los romanos, incluyendo a los comandantes, murieron en el acto. Luego de este evento, el campamento romano en Namur fue invadido por los aduáticos y nervios, pero, se sostuvo del mando del legado Quinto Tulio Cicerón, hermano menor del famoso orador Marco Tulio Cicerón. Cuando el número de muertes y personas heridas de la legión alcanzó el 90%, Julio César con la ayuda de otras dos y pudo liberar a los defensores.

A partir de este momento, los romanos utilizaron todos sus recursos para traer la paz a Galia Belga con 10 legiones. Mientras la mayoría se encontraba en territorio de los senones, dos pares fueron enviados con los tréveros y lingones. Durante esta misión, Labieno pudo derrotar con éxito a los tréveros, luego atravesaron el Rin para castigar a los germánicos que estaban actuando a favor de los grupos que se habían revelado.

Tiempo más tarde, inició la misión para castigar al grupo de los belgas, durante esta campaña se quemaron todas las cosechas hasta que estos se rindieron por hambre. Debido a su derrota en esta lucha, los belgas aportarían contingentes bastante menores en la rebelión general del año siguiente.

Estrategias

Para poder estar seguros de bloquear Alesia, Julio César mandó a levantar fortificaciones. Lo primero que realizó fue adueñarse de las colinas del norte, sur y este de la villa, luego prepararon las áreas en donde se pondrían las defensas, empezó a construir 23 reductos fortificados​ en las laderas, después hizo los campamentos de la caballería e infantería, por último, los integró con un anillo interno de trincheras denominado contravalación de 11 millas romanas de largo.​

Al mismo tiempo, mandó a realizar un dique lleno de agua de 20 pies (unos 6 metros) de profundidad y de rectas paredes que atravesaba la llanura de Laumes, entre los ríos Ose y Oserain, al oeste de Alesia, estando aproximadamente a 400 pies (600 metros) delante de la línea de los fuertes romanos.

Los campamentos de la infantería se posicionaron en los montes de alrededor, mientras que los de la caballería estaban cercanos a los cursos de agua. Los campamentos se la infantería se encontraban ubicados en el monte al sur de Alesia, en donde el ataque era más esperado, apoyándose en una triple línea de trincheras. Los tres campamentos de caballería se posicionaron en una gran planicie occidental y un cuarto al norte, con una trincheras menos profundas que los de los infantes.

Desarrollo de la batalla

La Batalla de Alesia comenzó cuando llegaron las fuerzas de apoyo, luego de haber hecho el campamento a 1,5 km de las líneas romanas, mandaron a su caballería a una llanura de 5 km de anchura. Los jinetes galos estaban repartidos junto con los arqueros y la infantería ligera, mientras que el grupo principal de la infantería formaba para velar por su caballería, que era la élite del ejército.

BATALLA DE ALESIA

Cuando los galos vieron que la caballería de los romanos ya estaba formada para el enfrentamiento, salieron de la ciudad y rellenaron los fosos romanos con fajinas, en preparación de una salida. La respuesta del comandante fue guarneciendo los terraplenes con toda su infantería, verificando que todos los miembros supieran cual era su ubicación, también envió a sus jinetes galos aliados y germanos a pelear contra el enemigo.

La lucha entre ambas caballerías fue muy reñida, por un lado los galos se beneficiaban del apoyo de la infantería, algo que los romanos no esperaban, sin embargo, estos tomaron gran parte de la batalla cuando se envió a la caballería germana en un solo punto y desbandó a la caballería gala. La misma huyó del campo, dejando a las tropas de apoyo solas, por lo que fueron destruidas en poco tiempo. Los galos que se encontraban en el interior de las fortificaciones de asedio prefirieron escapar de regreso a Alesia.

Los galos de la fuerza de socorro, al día siguiente tuvieron la tarea de alistar todos los materiales necesarios para una misión importante, entre ellos escaleras, ganchos de asalto y fajinas. A mitad de la noche se escabulleron por el lado del enemigo hasta llegar a las fortificaciones romanas de asedio. Una vez allí, avisaron a las demás tropas que iban a invadir el lugar.

Vercingétorix comando todas sus fuerzas para atacar a los romanos, de esta manera, estas tropas se verían atrapadas por todos los lados. A pesar de que el grupo de los galos pudieron haber causado una serie de bajas lanzando jabalinas, piedras con honda y otros proyectiles, los obstáculos que habían colocados los romanos en los terraplenes provocaron una gran cantidad de pérdidas. Viendo que no podían continuar con esta misión, los galos decidieron retirarse.

BATALLA DE ALESIA

En una de las reuniones de guerra de los galos, tomaron la decisión de utilizar su cuerpo militar de primera para atacar las fortificaciones de asedio, al mismo tiempo, un grupo de 60.000 hombres escogidos estarían atacando el campamento romano en la parte norte de la ciudad. Esta fortificación se encontraba custodiada por dos legiones, sin embargo, debido a la naturaleza del terreno, se hallaba fuera de las líneas de circunvalación.

En un mismo sentido, Vercingétorix estaba organizando una nuevo ataque para que los romanos tuvieran que salir a defender tanto las fortificaciones interiores como las exteriores contra unos ataques simultáneos. El cuerpo militar de los galos realizó una marcha en la noche y descansó hasta el mediodía, en cuyo momento atacó. Asimismo, Vercingétorix contraatacó a las fortificaciones interiores para que el ejército romano no pudiera responder en todos los lugares que los atacaban.

Julio César se dio cuenta que más de 60.000 galos estaban teniendo éxito al atacar sus fortalezas, por este hecho, decidió mandar a su lugarteniente de mayor confianza Tito Atio Labieno, para que lo socorriera con seis cohortes. Le ordenó al mismo que protegiera el fuerte, el contraataque solo debía hacerse si veía que no podía resguardar el lugar. Mientras esto ocurría, los miembros del cuerpo militar de Vercingétorix habían causado una abertura en una sección pronunciada de la pared interior, donde las fortificaciones no estaban tan completas.

Al ver que los galos podían entrar por esta entrada, Julio César envió a todas sus tropas a esta posición, rechazando finalmente a los galos cuando condujo personalmente a algunos soldados a la brecha. Toda la situación se estaba volviendo muy desesperada para ambos bandos, y Labieno se estaba preparando para un contraataque final.

BATALLA DE ALESIA

Consecuencias de la Batalla de Alesia

Luego de la Batalla de Alesia, Julio César entregó todas las pertenencias de los derrotados como parte de un botín para sus hombres, a todos los miembros de las legiones se les regaló un celta como esclavo para vender,​ es decir, unos 40.000 galos esclavizados como mínimo, los oficiales recibieron más de uno. Todos los soldados se hicieron ricos con lo obtenido y los legados podían sentirse como reyes.

Tras haber conseguido la victoria, el cuerpo militar de Roma se dirigió a las tierras de los eduos para garantizar su lealtad,​ igualmente, mandó embajadores con los arvernos para que sometieran y entregaran rehenes.​ Por su parte, Julio César, apartó a los guerreros de esas poderosas tribus​ y después de conseguir su lealtad mandó a que los 20.000 eduos y arvernos fueran liberados.

En la actualidad, no se tiene conocimiento acerca del número de bajas durante la liberación, sin embargo, según la información indicada por César, sufrieron enormes pérdidas, tanto en muertos como prisioneros.​ Una vez que la victoria se dio a conocer en Italia, el Senado romano ordenó 20 días de celebraciones,​ destacando la supplicatio. A pesar de ello, los enemigos políticos como Marco Porcio Catón, lo entregaron concadenas y mostrado como un criminal de guerra a los celtas.

 

Ha sido todo por el artículo de hoy, esperamos que la información proporcionada haya sido de gran ayuda. En un mismo sentido, le hacemos la invitación a leer también: Periodo de Romanización y Batalla de Mukden